La intención del gobierno de correr de los tribunales federales a los jueces Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Germán Castelli, actuantes en la causa «de los cuadernos» (de las «fotocopias», para el kirchnerismo), provoco un gran «toletole» verbal entre la Vicepresidenta, Cristina Fernández y varios senadores de la oposición, entre los que sobresalieron Martín Lousteau (autor de la 125) y Luis Naidenoff.
La suerte parece estar echada, pues el Frente de Todos, tiene a priori los votos necesarios para trasladar a los magistrados de Comodoro Py, luego de que dos de ellos, Buglia y Bertuzzi, no encontraron eco en la Corte Suprema a través de un per saltum.
Enterada que los representantes de Juntos por el Cambio pensaban exponer y luego levantarse de sus butacas, se armó un batifondo por la duración de los discursos. «No es peyorativo», aclaró Cristina. Tras algunos cruces, «Guga» Lousteau, con pelo sin rulos, le contestó antes de introducirse en cuestiones reglamentarias que el llamado a la sesión «está mal hecho, tiene un error, una trampa…por eso pedimos a anulación…». «No es nuestra agenda ni la de la gente, es la de la Vicepresidenta», embistió.
Al Frente de Todos le correspondían 200 minutos y a JxC 130. “Ustedes distribuyen sus 130 minutos como mejor les parezca, lo único que les pido es que informen por secretaría y hablan todo el tiempo que quieran dentro de los 130 minutos”, puntualizó Cristina.

Empezó una discusión con tonos sarcásticos. «Esto es un delivery…Usted lo pide, usted lo tiene. (Humberto) Schiavoni, ¿cuánto quiere? ¿20 minutos, media hora?»
Naidenoff, risueño también, contestó: «No es una cuestión de lo que se quiera, sino de lo que corresponda». Cristina comentó entonces: «Debe ser culpa mía que no se hablar bien…¿Cuánto quiere hablar Naidenoff?
«Lo que corresponda», respondió el formoseño y Cristina hizo unas cuentas en un cuaderno, sumó y restó, y le espetó: «Puede hablar 85 minutos».
«No, no hace falta…», siguió Naidenoff en el enredo inconducente. «Va a ser menos, no se haga problemas», aseguró. «No, si a mí me encanta escucharlos hablar», señaló gesticulando la titular del cuerpo. Minutos después toda la oposición se retiraría del recinto.
0 comments on “«A mí me encanta escucharlos», la ironía de Cristina a Naidenoff”