Hoy muchas personas, las que se dedican a la política y las que no, atrapadas por la secuela Borgen (término coloquial), bucean en el espíritu de la lucha por el poder en Dinamarca. Fue hecha en 2010, antes de la acaparadora House of Cards. Enseña como son los dirigentes por dentro, al estilo danés, no el argentino. Pero con un sustrato similar (en el fondo, pasiones y miserias son comunes a los seres humanos). Lita Fernández, por ejemplo, repasó la naturaleza de hombres y mujeres, con valores y objetivos muy diferentes. Aprobó y rechazó. Plantada en sus firmes creencias sobre procederes virtuosos y mezquinos. Hay figuras sobresalientes que, en la moderación, apelan al pragmatismo y las concesiones para alcanzar metas lo menos dañiñas posibles para el conjunto. Hay gama de colores, y no faltan los blancos y negros. El periodismo ocupa un lugar de excepción. Hay colegas, como @GerardoYomal, quien más que dedicarse a indagar (un hecho característico de su rigurosidad profesional) sobre ideologías, queda embelesado (tildado, nos animamos a decir) con una colega, estrella de la televisión, que cruza “el mostrador” para asesorar a primeras figuras en momentos clave.
Un consultor argentino, cinéfilo con su compañera Gabriela Jurevicius (en la calle, codo a codo, son mucho más que dos), se destaca por sus críticas, un 90 por ciento acertadas. Sus fans, le reclamaron una mirada sobre el fenómeno. Y junto con Gabriela, Carlos Fara emitió este “comunicado”:
1) Vimos Borgen en DVD hace unos 6 o 7 años;
2) como a ambos nos encanta Dinamarca (y Escandinavia en general) estuvimos en el Palacio de Christiansborg en Copenhagen, que es la sede de los 3 poderes, de ahí deriva el término Borgen,
3) es la mejor de las series de ficción política, la más realista, pareja, profunda, sin estereotipos, en un contexto cultural de suma austeridad,
4) es muy interesante para ver cómo funciona el sistema parlamentario, en el cual pasan muchas cosas que nos horrorizarían a los presidencialistas, pero que es el mejor sistema jamás inventado.
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