Opinión Política

Pasará, pasará, pero el último quedará

Como en el juego infantil, en época electoral son varios los que salen a pescar. En este caso, la prédica anti casta política la encarna, según Fara, Javier Milei, quien hasta se animó a "pasar" por la villa 31 bis.

Por Carlos Fara

Las crisis profundas siempre traen novedades y personajes pintorescos, críticos del sistema. Desde Aldo Rico hasta el padre Farinello. Ninguna de esas propuestas perduraron en el tiempo. Más allá de lo ideológico, la sociedad huele cuándo es una aventura y cuándo es algo que llegó para quedarse.

Ahora apareció Milei en la CABA, quien está asociado a la figura de Espert en la principal provincia del país. La gran pregunta es si se trata de una corriente ideológica en auge o simplemente una coyuntura para expresar el fastidio con el statu quo político. La respuesta a esa pregunta solo la dará el tiempo. Lo cierto es que pasar de la novedad a la opción consolidada requiere de algo más que una buena oportunidad.

Lo interesante es que el economista es un personaje disruptivo, tanto en estilo como en contenido, aunque esto último lo ha moderado un poco – de modo astuto -, en los últimos tiempos. Por ejemplo, ya niega que quiera quitar los planes sociales de un saque, sino luego de que se genere empleo. Y hasta tuvo la audacia de ir a meter la cabeza en la boca del lobo, yendo a la Villa 31.

Este tipo de fenómenos son difíciles de trasladar a nivel nacional, sobre todo porque nacen en un distrito muy diferente socioculturalmente al del resto del país, como es la Capital Federal. Hacen pie a propósito de una coyuntura muy particular, pero luego se desvanecen. Es más difícil que prosperen cuando la economía crece y el liderazgo presidencial está consolidado. Eso lo vimos con Menem y con Kirchner. Hoy no existe ninguno de los dos factores.

Disruptivo – como Rico, Farinello y Blumberg – Milei pas{o por la villa de Retiro

Cuando se dice que Milei logra votos en la juventud, debe precisarse a qué sector de los menores de 30 años atrae. Se apalanca sobre todo en los sectores medios y altos universitarios, no teniendo mayor impacto en el segmento más popular.

Lo ayuda un clima de fastidio con el excesivo peso del Estado en la economía – vía impuestos -, y la falencia de los servicios públicos que presta (salud, educación y seguridad). En ese sentido, la prédica anti casta política y rol estatal hacen un combo muy atractivo para quienes pueden agenciarse dichas prestaciones a través de la oferta privada sin depender del aparato estatal.

Decíamos más arriba que Milei no solo apunta desde la propuesta ideológica sino también desde el estilo comunicacional y la estética personal. Esto es clave porque conforma un relato con todos los condimentos. Él es en sí anti statu quo desde todo punto de vista. Dicha combinación de elementos es natural que cuaje mejor en los sub 30, quienes miran con distancia desaprobatoria a todo lo que es «lo estatuido», calificando muchas veces a los políticos como «caretas» o «figuretis«. Valoran lo genuino, lo auténtico, por fuera de las convenciones sociales. Para otro sector social de la juventud ese rol de transgresión lo ocupó durante una década Cristina, con una agenda valorativa adecuada a los tiempos: matrimonio igualitario, ley de medios y aborto son algunos ejemplos clave.

Algo distinto es el posicionamiento de Espert. En primer lugar, porque parte del territorio bonaerense, el cual posee una configuración cultural muy distinta. Segundo, porque por tamaño es mucho más difícil hacer pie y asentarse (en la CABA solo recorriendo medios y algunos espacios públicos se trata el grueso de la campaña). Tercero, porque ese esquema ideológico propositivo no tiene tanto para ganar. Cuarto, sencillamente porque el economista de padre catalán ya no es una novedad. Si bien va a incrementar notablemente el 1.44 % de los votos que obtuvo en 2019 en territorio bonaerense (fue el que menos cosechó), tampoco parece destinado a convertirse en un boom.

Luego de desarticularse la UCeDe principios de los °90 y del paso fugaz de Cavallo como cabeza su propio espacio, no había surgido una corriente de orientación liberal ortodoxa en lo económico como la que está sucediendo en estos últimos dos años. ¿Será el momento de una consolidación o solo una golondrina de verano?

2 comments on “Pasará, pasará, pero el último quedará

  1. ¿No tiene más parecido con la UCD, o lo que fue Alsogaray en el 83?

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