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Bullying: ¿Dónde está el Estado?

Como en todos los temas, los casos que suceden en Estados Unidos, se replican en la gran parte del mundo en el que vivimos. Se visualizan sus hechos para mostrar determinado flagelo que existe en la humanidad. Los asesinatos, los robos, la discriminación y todo tópico que incluya al odio, incluye a los Estados Unidos, como a las otras naciones del planeta que siguieron en algún momento sus consensos y directrices.

Hay distintas formas de hacer políticas que se formaron en determinado momento para el resto de la historia. Estos métodos fueron cambiando para bajar el nivel de irritabilidad de la gente ya que no se pude seguir manteniendo la misma problemática durante siglos. Se crea un positivo y un negativo. Se gestiona para determinada superificialidad política y social pero no se terminan de resolver los problemas de fondo. Esto mismo sucede con la nueva jugada del gobierno argentino actual para lograr una sociedad más pacífica, que, según ellos, es bajando el nivel de imputabilidad en los niños, niñas y adolescentes.

Esto de no querer complejizar las soluciones, lo cual, si se haría, traería mejores resultados dependiendo lo formulado, es aceptable hasta cierto punto. Porque hoy existe un gran problema que se puede ver en nuestra sociedad el cual es el maltrato y el abuso escolar. Muchos niños, niñas y adolescentes sufren ir al colegio. Esto que se tiene que ver como algo positivo y fundamental, hoy es negado por chicos y chicas ya que al tan solo pisar la institución, reciben esos insultos, golpes, o palabras denigrantes de sus compañeros. Desde el caso más mínimo, esto ya es un problema. Y el Estado no puede hacer oídos sordos ante esto porque lastimosamente, una parte de las víctimas, cometen el acto de quitarse la vida o auto-lesionarse. ¿Quién se hace responsable? ¿Quién les devolverá a los padres la sonrisa de su hijo de cada día? Necesitamos una campaña y una política que solucione este problema. Que le brinde ayuda tanto al chico que recibe bullying como al que lo ejerce. Porque el chico que se levanta cada mañana en su vida con ganas de hacer daño y lastimar a otro, realmente tiene un problema.