Operativo matrimonio

Crédito a la noticia de Clarín sobre «el operativo matrimonio» entre Javier Milei, candidato presidencial de La Libertad Avanza (LLA) y la popular imitadora cómica Fátima Florez, con el dirigente gastronómico Luis Barrionuevo como «celestina», otorgó hoy Horacio Verbitzky en su columna de El Cohete a la Luna.

El periodista – quien también reveló que «solo resta definir cómo, cuándo y dónde», la vicepresidente Cristina Kirchner manifestará su apoyo a Sergio Massa para las elecciones del 22 de octubre -, Barrionuevo comió en un restaurante que seria de su propiedad en Puerto Madero, con Milei y Fátima.

Otro de los propósito, además del sentimental, fue hablar acerca de «la fusión entre las propuestas maximalistas de Milei y los intereses del sindicalismo que se prepara para adaptarse al economista, como lo hizo con la dictadura y el menemismo».

Se apoyó Verbirzky en declaraciones hechas por Barrionuevo – quien dio un giro un 180 grados, pues en algún momento promovió la nonata postulación del ministro camporista Wado de Pedro -, al diario El Ancasti, de Catamarca.

En esa entrevista de fines de agosto – recordó -, «Barrionuevo afirmó que Milei ganaría las elecciones en primera vuelta sin mayor dificultad y lo comparó con el ascenso de (Carlos) Menem, quien en 1988 derrotó en las elecciones internas peronistas a Antonio Cafiero».

Reprodujo algunos párrafos del gastronómico, dando cuenta que sus hijos y nietos votarán por Milei, quien «irá cambiando de aca a octubre», según presumió.

«La gente que se acerca – confesó -, es gente muy capaz, con experiencia y que sabe. Indudablemente tendrá que armar los equipos que lo acompañen…él tiene hoy una gran responsabilidad y la va a tener, si es Presidente, de dialogar con todos”.

Verbitzky también destacó que Barrionuevo consignó que como Milei, en el hipotético caso de alcanzar el Ejecutivo, tendrá minoría en ambas cámaras del Congreso «va a tener que dialogar con todo el mundo. Se verán los cambios que quiere y cuáles los que podemos adaptar, porque ahí entramos también nosotros, el sindicalismo, con la reforma laboral».