Francisco «puso la otra mejilla» y Milei, contento, lo invitó a venir a la Argentina en 2024

En lugar de confrontar, como la conferencia episcopal de Alemania en la época de Adolfo Hitler, el papa Francisco, hizo oídos sordos a los agravios vertidos en su contra por Javier Milei, lo llamó por teléfono el 21 de noviembre pasado para «poner la otra mejilla» y decirle que rezaría por él, tras ser elegido Presidente por el voto de 14.476.462 argentinos. Así lo reveló en la revista Zoom, el periodista especializado Lucas Schaerer, quien dio cuenta, además, que esa comunicación «descolocó a propios y extraños». Algo que pudo comprobar Humanidad en un breve contacto con el sacerdote José «Pepe» Di Paola, quien como parte de los curas villeros indignados con el libertario, e limitó a dejar un solo comentario: «Paso».

Schaerer aportó datos novedosos. Refirió: «El llamado telefónico desde Santa Marta fue un rayo inesperado...no pudo haber ocurrido en mejor momento, ya que interrumpió el reportaje que estaban grabando tres periodistas de La Nación +, quienes venían repitiendo frases grandilocuentes».

Cuando retornó, un sonriente Milei, con las cejas levantadas, sacudió a sus interlocutores «(Francisco) Es el argentino más importante de nuestra historia…me felicitó por mi elección, me felicitó enfáticamente por mi coraje y le hablé del Ministerio de Capital Humano. También lo invité a la Argentina y le anticipé que lo ibamos a recibir con los honores propios de lo que es, un Jefe de Estado».

Le pareció atinado destacar que ni Mauricio Macri ni Alberto Fernández, recibieron un llamado de Jorge Bergoglio al ser ungidos por el voto popular.

«Nadie pensaba que el Papa iba a primerear. Pero demuestra una vez más la vigencia del Evangelio y que es su guía para intervenir en asuntos mundanos. Fe y política unidos más que nunca por el Papa nacido en el periférico barrio de Flores», comentó.

Informó que después llegaron los Rosarios bendecidos para Milei y su vicepresidenta, Victoria Villarruel. El puente para la conexión fue el oftalmólogo personal del Santo Padre. Otro mensaje para el poder eclesial, político y todos los bautizados. Una persona que no es funcionario vaticano, tampoco un clérigo argentino, sólo un laico de la salud.