«Ahora comienza el gobierno de Milei», afirmó Malamud

Con la Ley Bases, Javier Milei, «demostró que de él depende la gobernabilidad» y que «no está condenado a que lo echen», pero al mismo tiempo encontró «un límite: se terminó la etapa en que la culpa la tenían los que estuvieron antes, de la casta. Ahora comienza su Gobierno», sentenció el politólogo Andrés Malamud.

«Hasta aquí no tenía los instrumentos legislativos. Ahora (aunque parcialmente), el Congreso le aprobó lo que reclamaba y si no empieza a obtener resultados, será porque no tiene capacidad o su programa no fue bien pensado. Ya es su responsabilidad. Comprobó que cuando quiere, la rueda funciona, no hay palo que la rompa», declaró en una entrevista radial con Diego Sehinkman.

De paso por Argentina (reside en Portugal), Malamud sacó tres lecturas del proceso que culminó esta semana en Diputados: «Ganó el gobierno, porqué a pesar de tener minoría en el Congreso, sacó la ley y construyó gobernabilidad; perdieron las reformas: se mandaron 650 artículos y se aprobaron 200; ni arrasó el Gobierno ni perdieron las reformas. Triunfó la ´rosca´».

Ponderó en que se haza logrado «un compromiso, esencial en una República, entre los que estaban de acuerdo con los cambios y los que no estaban de acuerdo con todos los cambios».

A propósito de una consulta sobre lo afirmado por su colega Lucas Romero, en el sentido de que Federico Sturzenegger representa lo que Milei desea concretar y el jefe de gabinete, Guillermo Francos, lo que en realidad el Presidente puede hacer, Malamud respondió con una expresión: «¡Brillante!».

Pero condimentó el concepto; definió a Sturzenegger como un tipo de topadora («bulldócer», dijo), que quiere llevarse puesto, con sus reformas, al stablishment y a las normas que funcionan mal. Recordó, sí, que no es un desconocido ya que desde hace décadas vino cumpliendo funciones en el Banco Ciudad, en el BCRA (durante la presidente de Mauricio Macri y ahora es candidato de Milei para sumarse al gabinete.

De Francos, dijo que es «más avezado» que Sturzenegger: viene de estar con todos los presidentes argentinos y fue comisionado por Alberto Fernández en Estados Unidos. «Si ellos dos no son una reivindicación de la casta, ¿qué es?», sorprendió.

Acotó luego que Milei «es la novedad», y señaló que todo lo pasado en la Argentina no fue malo. «También hay cosas buenas, entre las malas están la inflación y el cepo».

Aventuró además que el libertario cuenta con la ventaja de haber «desorientado» a todos, con impactos de distintos calibres.

Destacó que el PRO de Macri asegura que no participa del Gobierno, y sin embargo sus principales hombres están en puestos gravitantes. Mencionó a Luis «Toto» Caputo, Patricia Bullrich y la próxima incorporación de Sturzenegger.

«Formalmente, el PRO decidió no entrar, pero está», recalcó. Aludió a la interna: «Macri pretende negociar desde ahora con Milei y no subordinarse, a diferencia de Bullrich».

Sobre la oposición más dura, la kirchnerista, consideró que «no está tan en el llano, sino amparada en un montón de lugares». Reconoció algunos «desgajamientos» en el interior del país (NR: de hecho hay malestar con varios distritos peronistas, que acompañaron con su voto a Milei), pero hay «una reparación muy fuerte en otros, en especial en la provincia de Buenos Aires».

A todo esto, sin mencionar a «los dialoguistas», apuntó que «los más desconcertados son los que están en el medio, pero es el espacio – enfatizó -, al que mejor le puede ir si Milei logra una relativa estabilidad económica».

-¿Por qué?, quiso saber Sehinkman

Malamud respondió que esos sectores centristas no acuerdan con avanzar sobre «atributos de la República». Ejemplificó con uno: la baja de imputabilidad de los menores a los 13 años. En su criterio, mandarlos a esa edad a las cárceles, sería producir «más mafiosos, mas transas…allí es dónde se organizan, la cárcel es una escuela del crimen». Acotó que no hay respuestas mágicas, que se debe mirar lo que hacen los países más exitosos y que el método correcto es educar a los chicos.

«Hay que sacarlos de los barrios peligrosos y ubicarlos en las escuelas. No dejar que, por conveniencia, opten por ser soldaditos de los narcos, que repartidores en un supermercado», retrucó a la idea de Bullrich y Mariano Cúneo Liberona, titular de Justicia.

Consultado si consideraba que a casi siete meses de haber asumido, Milei habia tenido una curva ascendente de aprendizaje político, contestó Malamud: «Sí. Enorme. No iba a ir a la reunión del G-7. Lo llamó Macri, le dijo que eso era lo más importante y fue. A (Nicolás) Posse lo sacó y puso a Francos».

¿El temor? «Habrá que ver si llega a tiempo para resolver todos los problemas que tiene que enfrentar», concluyó Malamud.