Van cayendo las fichas en la oposición. Carlos Raimundi, quien empezó su carrera adolescente en el radicalismo, pasó por el Frepaso y fue embajador ante la OEA del gobierno de Unión por la Patria (UP), declaró qué a diferencia de la derrota del peronismo ante Mauricio Macri, en 2015, la sufrida frente a Javier Milei, en 2023 excedió lo “electoral. Es mucho más profunda y muy grande”, sentenció.
“Fueron sucediendo cosas que no advertimos a tiempo”, dijo. Mencionó que la percepción que tienen hoy los jóvenes de la democracia es muy distinta a los que padecieron la dictadura militar entre 1976-1983.
“Se estructuraron nuevas formas de trabajo en la informalidad, sin caer en la marginalidad. Hubo un cambio estructural de la economía que no responde a la organización jerárquica de los derechos laborales que se da entre los obreros”, señaló en una entrevista con la revista del Instituto de Formación Política Tres Banderas, de Ituzaingó.
Lamentó Raimundi que los sectores progresistas no hayan llegado con el discurso a las nuevas generaciones que – aseveró – “tienen una mirada muy diferente del mundo actual. Necesitaban verse reflejados por alguien y ese alguien, lamentablemente, fue Milei”.
Al mismo tiempo, el cocinero de Humanidad – crítico de la gestión libertaria -, concluyó que la aprobación de la opinión pública, debe leerse en clave de evolución de expectativas positivas. Destapó estudios cualitativos en varias provincias, donde si bien existen cuestionamientos relevantes, predomina “la esperanza” por sobre “la incertidumbre y el miedo”.
Sintetizó puntos a favor de Milei: 1) inflación controlada (NR: en apariencia); 2) un dólar blue estable, sedativo de nervios; una leve recuperación salarial (NR: nada dijo del embate contra los jubilados); y 3) la percepción de que el Presidente se ha consolidado políticamente, habiendo nacido como el gobierno más débil desde 1983, lo que despeja de estallidos o crisis este fin de año 2024.
Mencionó que el debate sobre las universidades públicas, los casos de corrupción resonantes – como Edgardo Kueider y Cristian Ritondo -, el cuasi rompimiento entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof y la sórdida pelea entre el PRO y la LLA (además del despiplume armado por la vice Victoria Villarruel), son temas que no penetran en la población.
Además, indicó que la sociedad fue madurando en democracia, sin botas militares. En 2023 sabía que: la crisis argentina venía lunga; ganase quien ganase iban a conocerse medidas de ajuste desagradables; y los resultados para revertir la situación no aparecerían rápidos. A esto agregó que hoy no existen contrincantes competitivos, ni liderazgos alternativos renovadores, y eso que los libertarios se enfrascan en furiosas internas y apelan a “la casta” para que funcione el Congreso como ellos quieren.
¿Y las sesiones extraordinarias programadas? Se levantó la barrera. Pasarán por alto. El parlamento entra en receso, al menos, hasta febrero. ¡Ah, pero las dietas…!
Humanidad 
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