Malamud: «El episodio de la criptomoneda afecta la credibilidad de Milei»

La difusión de la criptomoneda de la criptomoneda $LIBRA por el presidente Javier Milei fue “un error no forzado, un daño que se hizo a si mismo sin que nadie lo obligue”, sostuvo el politólogo Andrés Malamud en Cadena 3, de Córdoba.

Comparó el episodio del viernes pasado con la foto de la celebración en Olivos durante la cuarentena. «La fiesta clandestina de Alberto Fernández y la estafa virtual de Javier Milei fueron producto de su propia acción», aseguró.

«Todos podemos cometer errores, pero no en nuestra área de expertise. Alberto Fernández tenía como fuerte la administración de la cuarentena, Milei tiene como fuerte la economía, sobre todo virtual. Y los dos la erraron en aquello que se supone hacían bien», argumentó.

“Esto lo que hace es destrozar su credibilidad. No sabemos si Milei es cómplice o víctima por negligencia, que son las dos posibilidades pero ninguna de las dos posibilidades es buena para él ni para la Argentina”, sostuvo el analista.

Y luego aseveró: “Tener un presidente estafador o tener un presidente incompetente es malo en la misma proporción”.

Además señaló que “es muy difícil que (Milei) pueda alegar desconocimiento porque no sólo tuitea un viernes a la tarde después de que cierren los mercados teniendo tres feriados por delante, porque hoy (por ayer) es feriado en Estados Unidos” y “que hace una intervención en los mercados sabiendo que tiene tres días de impunidad, sino que además fija el tuit y lo deja fijado seis horas”.

Para Malamud “no fue un tuit al azar, fue un tuit con la intención de causar efecto sin consecuencias”.

“Acá no hay negligencia, si hay negligencia es de un tamaño universal. Y en ese caso es peor todavía que la estafa porque es un presidente que se jacta de saber economía, que daba clases de monedas virtuales”, insistió.

“Si lo engañaron como dice el PRO, si fue su entorno, entonces tiene López Regas alrededor, es como Perón en el 74”, volvió a comparar.

Finalmente indicó que «el Presidente debe asumir la responsabilidad por lo ocurrido» y que «alguien tiene que pagar». «Si no hay cabeza para rodar, la credibilidad está destruida para siempre», concluyó.