«Francisco intentó desclericalizar la Iglesia de abajo para arriba, pero no lo ha podido hacer del todo», señaló Mallimaci

El papa Francisco, quien ayer cumplió 12 años al frente de El Vaticano postrado en el hospital Gemelli de Roma, intentó «desclericalizar» la Iglesia, tratando de darle un corte más horizontal que «no solo va de arriba para abajo, sino sobre todo de abajo para arriba», destacó como uno de sus principales aportes el investigador Fortunato Mallimaci.

«No es sencillo, no lo ha podido (hacer) del todo», declaró a Tiempo Argentino, en un reportaje en el que también resaltó el fomento de Jorge Bergoglio al «diálogo interreligioso y humanista … en un mundo cada vez más globalizado, más derechizado, con más violencia…».

Para el sociólogo en el Papa «hay una idea que las religiones hoy, en un mundo de odio, de crueldad, de individualidad, de dejar de lado, de pensar solo en el dinero, tienen un papel especial en la cultura global y que para eso hay que tener estos gestos de sumar, buscar lo que existe en común y a partir de ahí plantear un Dios en el cual todos tienen cabida».

Resaltó Mallimaci el origen latinoamericano de Francisco y su prédica a favor de que el catolicismo «acompañe a las personas, sobre todo a los más pobres, a los vulnerables, a los descartables”.

En una entrevista concedida a Gustavo Sarmiento (@GustSarmi), se refirió a la prédica a favor de «los derechos de los inmigrantes» y de «todas, todos, todes por ser hijos e hijas de Dios». En tal sentido, hizo notar sus fuertes críticas «a las políticas liberales, neobliberales y del mercado desregulado», y su postura a favor de «una amplia libertad de expresión al interior del catolicismo».

Mallimaci no dejó de señalar que la Iglesia está pasando por enormes crisis «de autoridad, participación y estructura. Hay una deuda… por las transformaciones de la curia romana, que él ha intentado».

También aludió al papel de las mujeres y el trato «discriminatorio» que sufren tanto fuera como dentro de la institución, donde Francisco tiene un comportamiento más «conservador».

Rescató, a la vez, su papel contra «los sacerdotes pederastas», ante la resistencia de episcopados y obispos que «no aceptan que ese es un delito que hay que denunciar a la justicia».