«Minimizar los traumas y evitar hablar, deja una profunda huella emocional», alertó un psicoterapeuta español

Pasa la página. Olvida el pasado. Mira para adelante o hacia otro lado. Tales expresiones, hechas carne en la cultura popular, son para el médico psiquiatra español José Luis Martín, desaconsejables. «Las emociones no expresadas no se mueren, se entierran y aparecen luego en peores formas y aparejan graves consecuencias».

En un vídeo compartido en redes sociales, el fundador del Foro Internacional para la Formación en Psicoterapia explicó que «el problema no es tanto la experiencia traumática en sí, sino el ulterior silencio y olvido que empuja a las personas a minmizar lo vivido, desconectando emocionalmente y evitando hablar de aquello que duele».

«Esto no solo impide sanar: deja una profunda huella», alertó.

Y lo fundamentó: el cerebro no olvida – dijo -, aunque se intenten acallar ciertas vivencias. Las almacena y como un volcán que, cuando despierta, las puede sacar a la superficie en forma de ansiedad, depresión, somatización, insomnio o conductas autodestructivas.

El reconocido profesional europeo lejos de promover la resignación o el olvido, defendió una visión integradora de la salud mental, basada en el reconocimiento de la conmoción, la expresión emocional y el acompañamiento terapéutico.

Su paradigma es «escuchar, validar y acompañar». ¿Cómo? Hablando. «Reconocer el problema y acompañarlo a través de la empatía y la comprensión».