Vecinos autoconvocados denuncian inacción oficial en Pinamar para controlar inseguridad

Una gran preocupación por los temas de inseguridad en el Partido de Pinamar, la falta de respuesta de las autoridades municipales, encabezadas por el intendente Juan Ibarguren, de la policía y de las guardias urbanas, y la organización de una marcha de protesta – programada para después del 26 de octubre, a fin de evitar cualquier utilización política -, fue abordada hoy en un programa radial de la localidad balnearia, una de las top de la temporada veraniega de la Argentina.

“La localidad vive del mar, del bosque y de la tranquilidad que brinda a los visitantes. Si fallamos en este punto – hoy se meten los ladrones a las casas, con personas expuestas -, estamos conspirando contra nosotros mismos: la gente dejará de venir y perderemos nuestra principal fuente de ingresos”, sintetizó Julio, un vecino del sector B-5, al periodista Ángel Visaggio, de radio Oz 106.3.

Visaggio, víctima también de un hecho delictivo, hizo un aporte: un veraneante habitual con vivienda cercana a la suya en Valeria del Mar es el capocómico Diego Capusotto. Fue desvalijado en tres ocasiones. Según refirió, en una oportunidad logró que fuese el personal científico y se apresaron a los intrusos.

Todo el mapa del delito en esta ciudad – afirmó el periodista ante una consulta de Humanidad – está guardado bajo cuatro llaves. A mí, como medio, jamás me informan nada. No es sólo con este gobierno, viene desde siempre”, aclaró.

Julio, que habló en representación de un centenar de vecinos de un grupo de WhastsApp de la zona B-5, constituido por las primeras casas de la ciudad, cercanas a la playa y al centro, se mostró “molesto, preocupado, indignado”. Contó que en las tasas de Alumbrado, Barrido y Limpieza, figura un tributo específico (de 10 mil pesos) para atender el tema de la seguridad.

“Y no hay contraprestación: la guardia urbana “Ojos en alerta” no pasa casi nunca; los patrulleros tampoco; en las rotondas de ingreso, los controles brillan por su ausencia…cuando llegué a Pinamar, hace unos 20 años, se vivía mucho más tranquilo. Había hurtos menores; hoy entran con la gente adentro de las casas, con el peligro que eso conlleva, y los jóvenes no pueden salir por la noche, pues las calles son bocas de lobo”, refirió.

Visaggio dio cuenta de una “autoconvocatoria” de afectados en Cariló (otra localidad del Partido, una de las más requeridas por la clase ABC1) programada para después del 26 de octubre, pasadas las elecciones de medio turno. Julio respondió que iba a tratar de sumar a esa marcha al grupo de la B-5 aquejado por el mismo problema.

Inseguridad: Turistas y residentes fueron víctimas de importantes robos el finde largo en Pinamar

El periodista hizo referencia a las temáticas financieras del municipio, que le impedirían pagar en término a los empleados y abastecer de combustible a los móviles policiales. Informó que el propio Ibarguren declaró en su programa que solo cumplen con el pago de la tasa para prevenir la seguridad el 50% de los vecinos. Agregó que existen cámaras de seguridad y que muchos vecinos también las colocan y las ponen a disposición de la comunidad para desalentar a los delincuentes.

“Antes – replicó  Julio-– en Mar de Ostende (otra localidad del partido), dejaban la puerta abierta y no pasaba nada. Ahora, si te olvidás y la dejas sin llave, hay que rezar para estar tranquilo. Hay que saber administrar el dinero que entra. Lo hay para arreglar una calle en Bunge (la avenida principal), pero no se ocupan de la inseguridad…así los turistas dejarán de venir…”, avisó.

“No hay un mapa del delito”, coincidieron. “Esto no es un River-Boca. Es una lotería: hoy me toca a mí: mañana, a vos. Hay mucha inacción y se nota. Recursos hay; no se debe esperar la ayuda de la provincia y Nación”, dijo Julio. “Esconden los problemas debajo de la alfombra”, acotó Visaggio.

Intentos de robos en locales comerciales – con roturas de vidrios -, asaltos a transeúntes, incluso en la terminal de micro, trabajadores que deben encerrarse en sus domicilios para no ser observados por merodeadores sospechosos que andan buscando apropiarse de herramientas ajenas, fueron relatados en distintos medios. No hay una voz oficial que levante el guante.

No hay visiones unificadas sobre el trasfondo de la cuestión. Diego Uribe, de la radio CNN, escribió en sus redes un comentario con tinte político, algo que los vecinos – como se explicó en los parráfos anteriores – prefieren evitar. El periodista, en su momento muy cercano al anterior intendente Martín Yeza, habló de “desidias” inspiradas en intereses partidarios y del proceder policial. “Todos los vecinos saben quienes roban…menos ellos”, escribió, por ejemplo.

Aquí hizo otro aporte real: “En los barrios todos saben quién vende droga…menos ellos. ¿Cómo queremos que esto se solucionen si quienes deben cuidar, están involucrados o miran para otro lado?”.

Un hecho del que tomó conocimiento directo Humanidad. En las fiestas de fin de año pasado, una pareja fue a cenar un par de horas fuera de su casa. Las estaban observando. Porque desvalijaron la propiedad – entrando por los fondos – y golpearon al perro que había quedado dentro. Espantada por lo sucedido, se fue luego a un hotel. Como la computadora de la mujer tenía un chip, fue localizada luego en una zona del vecino partido de Villa Gesell. Nada más se supo. Barrieron bajo la alfombra, como acertó Visaggio en su descripción.