A Karina Milei no se le escapa nada de lo que ocurre en el gobierno de su hermano Javier, contó Pablo de León. El periodista preparó una comida para que copie la receta el cocinero de Humanidad.
El flamante ministro del Inferior, Diego Santilli, marcado personalmente por Karina a través del jefe de gabinete Manuel Adorni, consideró innecesario el decreto por que el que le quitaron a su cartera la dirección de Migraciones y el RENAPER, el Registro Nacional de las Personas, que tiene la capacidad de hacer los DNI, el Documento Nacional de Identidad.
Santilli, un hombre de cuna peronista que formó parte de los primeros pasos del PRO, está acostumbrado a la dureza política por ADN familiar. Sin embargo, se sorprendió con el seguimiento karinista hasta en lo geográfico. Tendrá una oficina contigua en la planta baja de la Rosada con Adorni, quien lo anotició que el traspaso de Turismo y Deportes no fue una pérdida de Interior: esa secretaría quedó en el área de Jefatura de Gabinete, pues Guillermo Francos (el despechado ex) quiso arropar a su amigo Daniel Scioli (¿en qué te han convertido?), dentro de las aguas libertarias.
Santilli no se calló: hizo saber que sacarle Migraciones y RENAPER era un golpe muy antipático, después de haberse cargado – con éxito – la campaña al hombro de la provincia de Buenos Aires, asumiendo el papel de «El Pelado prófugo» (por José Luis Espert), y llevando de ladera a la incontinente e ignota Karen Reichardt.
Adorni justificó el traspaso de Migraciones al ejido del Ministerio de Seguridad a una idea surgida de Patricia Bullrich de sumar esa dependencia y armar una estructura más atenta en las fronteras.
Frente a la prensa, hasta el diputado Cristian Ritondo hizo saber del malestar existente en el «subsumido» PRO a las filas de La Libertad Avanza. Es más, señaló que el Registro Nacional de las Personas fuera a Seguridad remitía a tiempos de la dictadura militar donde la Policia Federal se encargaba de la documentación ciudadana.
Fue Karina Milei, el poder en las sombras, quien le confirmó a Santilli que saldría una rectificacion en el Boletín Oficial, devolviendo el RENAPER al Ministerio del Interior.
«EL jefe» decide por estas hora a quien envía el Poder Ejecutivo a YPF y si consigue imponer a su fiel Santiago Viola al frente del Ministerio de Justicia, en lugar del desgastado Mariano Cúneo Libarona. Viola participa de charlas subterráneas con Juan Martín Mena, el ministro de esa órbita en el ámbito bonaerense, que tiene línea directa con Cristina Kirchner. Hay puestos por llenar.
Colorado y pelado al ras para felicidad de El Gordo Dan, Santilli es el canal de Javier Milei con los desconfiados y astutos gobernadores. Ante la reticencia libertaria, tendrá que demostrar el ministro – vigilado por Adorni – que puede conseguir votos de diputados y senadores provinciales para acompañar los proyectos que con tanta urgencia necesita Milei: primero, el Presupuesto 2026; después la reforma laboral e impositiva…más allá una inundación que espera que no llegue.


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