Las internas libertarias después del 26 de octubre, con los consiguientes reacomodamientos en el gabinete, fueron tomados burlonamente por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich: «Si la última semana te hiciste un DNI nuevo, lo vas a tener firmado por mí. Cuidado, no te lo pierdas. Es una edición limitadísima. Ahora le toca al Colo (por Diego Santilli)».
Sucedió que el «ascenso» de Santilli al Ministerio del Interior llegó con recortes de atribuciones. Algunas pasaron a la órbita del flamante jefe de gabinete, Manuel Adorni; y otras, como el manejo del Registro Nacional de las Personas (RENAPER), pasaron le quedaron a «Pato» Bullrich. Por supuesto, puertas adentro, el amarillo pintado totalmente de violeta, reclamó por el quite de esas «cajas».
La secretaria general de la Presidencia Karina Milei – «El Jefe» que demanda verticalismo a su hermano Javier -, concedió que hubo «un error» y después de 9 días se volvió a dejar el RENAPER bajo el control de Santilli. Lo demás, «pelito para la vieja».
Según Infobae, un portal de acceso a fuentes de la Rosada, «la decisión generó una discusión interna en el Gobierno. Lógicamente, al recientemente nombrado ministro del Interior, Diego “Colo” Santilli, le molestó que le hubieran podado sus atribuciones pocas horas después de haber asumido el cargo. Pero también hubo un debate técnico sobre el movimiento: muchos dirigentes plantearon que el cambio significaba un retroceso en la autonomía del ente encargado de realizar los documentos y pasaportes de los argentinos».
«Hubo gremios – acotó sin identificarlos -, que recordaron que la última vez que el control de los datos de las personas estuvo vinculado a los organismos de seguridad fue durante la Dictadura, lapso durante el cual se cometieron atrocidades con actas de nacimiento y registros públicos».
El lunes se publicó un nuevo decreto que retrotrae esa transmisión de facultades de Bullrich a Santilli. La electa senadora por la Alianza La Libertad Avanza se tomó el hecho con sorna. Su antiguo excompañearo de ruta en el PRO, prefirió no emitir opinion.
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