Las redes sociales y el noviazgo

-Mamá, ¿cómo conociste a mamá?
-Por internet hija.
Estas pueden ser una pregunta y una respuesta que se escucharán más seguido en el pasar de las décadas debido al gran avance tecnológico que ha estado ocurriendo en estos últimos años y la posibilidad de tener herramientas como las redes sociales para conocer gente.

Hoy en día es mucho más fácil y más normal que un chico adolescente se quede jugando en su computadora a que salga a patearle a la pelota con sus amigos en el parque. No es que no ocurra, pero por parte de las grandes empresas se ha fomentado a los jóvenes que utilicen estos medios de entretenimiento para hacerles generar dinero y más dinero. El consumo es algo que nos inculcan desde muy pequeños. Décadas atrás se podría haber visualizado a la pelota como el mejor regalo para un niño o niña en navidad. Ahora, la Playstation 3 o 4 es un objeto tecnológico que no puede faltar en la casa de un jovencito utilizado por el mercado. Otra cosa que vamos a notar más normal a lo largo de los años es que haya dos madres o dos padres en una familia, lo cual es parte de la diversidad cultural que se ha forjado, también durante estos últimos años. Todo es cultural. Tanto la derecha como la izquierda han instalado en sus discursos que la batalla no es económica ni política, sino que cultural. Estos buscan perpetuarse en el poder desde las costumbres, las ideologías y formas de pensar. Pero no comencemos a hablar ya de la política, tema tan fomentado en Humanidad NyR, para eso tenemos otras notas. Ahora veamos este fenómeno tan característico de nuestro siglo.
Tinder, aplicación para tener citas con desconocidos, es un espacio que ustedes habrán podido utilizar como último o primer recurso para encontrar a una compañía. Esto es usado por millones de personas y solo pocas encuentran lo que buscan: la persona indicada. Esto lo sabemos ya que, de haber funcionado, hubiera sido el boom de la década y estaría en el celular de todos los humanos y humanas. Esta, como otras, tienen la intención de que te conectes a través de tu celular para fomentar tu imagen pública en una red donde gente de cualquier lado pueda conocerte y juzgarte. Hasta este punto esto puede o no ser cuestionable. Que mas da, todo es cuestionable. El tema está cuando estas a punto de encontrarte con aquella persona en un café o en el parque. ¿Quién vela por nuestra seguridad asegurándonos que ese sujeto no está loco de remate y está a punto de secuestrarnos? Esto último es un gran extremo, pero de lo que no nos salvamos al conocer gente por internet, es de las malas experiencias. Por eso hoy muchos y muchas deciden hacer a la vieja usanza y salir a bares o boliches para encontrar a una pareja. Cuidado! Aquí también podemos encontrarnos a cualquier mamarracho. Así que lo más fácil es no forzar el encuentro, y rodearse de la gente que uno más quiere. Ya sean conocidos de la universidad, del secundario, del trabajo o mismo de la familia. Tenemos que dejar de jodernos con querer estar con alguien todo el tiempo. ¿No podemos hacer que la vida se encargue de aquella persona mágica con quien querremos depositar la mayoría de los momentos de nuestra vida juntos? Busquemos lo que queremos. El jamón y el queso para los sanguchitos. La gaseosa para el asado con amigos. A una persona es muy difícil encontrarla por más que se tenga toda la predisposición del mundo. Éste se va a encargar de no la encontremos. Vivamos sin esperanza de que existe ese príncipe azul o princesa rosa, solo estemos atentos a nuestros alrededores y compartamos con la gente que hoy nos hace feliz.
Las redes sociales y el noviazgo
-Mamá, ¿cómo conociste a mamá?
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Estas pueden ser una pregunta y una respuesta que se escucharán más seguido en el pasar de las décadas debido al gran avance tecnológico que ha estado ocurriendo en estos últimos años y la posibilidad de tener herramientas como las redes sociales para conocer gente.
Hoy en día es mucho más fácil y más normal que un chico adolescente se quede jugando en su computadora a que salga a patearle a la pelota con sus amigos en el parque. No es que no ocurra, pero por parte de las grandes empresas se ha fomentado a los jóvenes que utilicen estos medios de entretenimiento para hacerles generar dinero y más dinero. El consumo es algo que nos inculcan desde muy pequeños. Décadas atrás se podría haber visualizado a la pelota como el mejor regalo para un niño o niña en navidad. Ahora, la Playstation 3 o 4 es un objeto tecnológico que no puede faltar en la casa de un jovencito utilizado por el mercado. Otra cosa que vamos a notar más normal a lo largo de los años es que haya dos madres o dos padres en una familia, lo cual es parte de la diversidad cultural que se ha forjado, también durante estos últimos años. Todo es cultural. Tanto la derecha como la izquierda han instalado en sus discursos que la batalla no es económica ni política, sino que cultural. Estos buscan perpetuarse en el poder desde las costumbres, las ideologías y formas de pensar. Pero no comencemos a hablar ya de la política, tema tan fomentado en Humanidad NyR, para eso tenemos otras notas. Ahora veamos este fenómeno tan característico de nuestro siglo.
Tinder, aplicación para tener citas con desconocidos, es un espacio que ustedes habrán podido utilizar como último o primer recurso para encontrar a una compañía. Esto es usado por millones de personas y solo pocas encuentran lo que buscan: la persona indicada. Esto lo sabemos ya que, de haber funcionado, hubiera sido el boom de la década y estaría en el celular de todos los humanos y humanas. Esta, como otras, tienen la intención de que te conectes a través de tu celular para fomentar tu imagen pública en una red donde gente de cualquier lado pueda conocerte y juzgarte. Hasta este punto esto puede o no ser cuestionable. Que mas da, todo es cuestionable. El tema está cuando estas a punto de encontrarte con aquella persona en un café o en el parque. ¿Quién vela por nuestra seguridad asegurándonos que ese sujeto no está loco de remate y está a punto de secuestrarnos? Esto último es un gran extremo, pero de lo que no nos salvamos al conocer gente por internet, es de las malas experiencias. Por eso hoy muchos y muchas deciden hacer a la vieja usanza y salir a bares o boliches para encontrar a una pareja. Cuidado! Aquí también podemos encontrarnos a cualquier mamarracho. Así que lo más fácil es no forzar el encuentro, y rodearse de la gente que uno más quiere. Ya sean conocidos de la universidad, del secundario, del trabajo o mismo de la familia. Tenemos que dejar de jodernos con querer estar con alguien todo el tiempo. ¿No podemos hacer que la vida se encargue de aquella persona mágica con quien querremos depositar la mayoría de los momentos de nuestra vida juntos? Busquemos lo que queremos. El jamón y el queso para los sanguchitos. La gaseosa para el asado con amigos. A una persona es muy difícil encontrarla por más que se tenga toda la predisposición del mundo. Éste se va a encargar de no la encontremos. Vivamos sin esperanza de que existe ese príncipe azul o princesa rosa, solo estemos atentos a nuestros alrededores y compartamos con la gente que hoy nos hace feliz.
DALO A CONOCER