No ayuden que oscurece. Bastantes problemas tiene el presidente Mauricio Macri, denunciado por el economista liberal Martín Redrado por haber “ordenado no frenar la suba del dólar como castigo” hacia los argentinos que votaron en contra de Juntos por el Cambio el domingo pasado (título del diario La Nación on line).
Tampoco es fácil el camino del opositor que ganó las PASO por más del 47 por ciento. “Nos están dejando un campo minado”, dijeron en cercanías de Alberto Fernández, quien si bien convalidó el valor de la divisa norteamericana en 60 pesos, aclaró que la mayor responsabilidad de “la transición” la tiene el gobierno y que el camino debería ser de colaboración, aún con visiones económicas antagónicas.
Pero no apunta a ello Humanidad, sino a expresiones que tuvieron en las últimas horas el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro y el titular de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela, Diosdado Cabello, número dos del régimen de Nicolás Maduro.
Contrariando el principio de no intromisión en los asuntos internos de otros Estados, ambos tuvieron declaraciones imprudentes, que juegan en contra de los que pretenden defender. Ignoran, o hace que ignoran, que las relaciones entre los países son soberanas y eso es una bandera cara para el electorado con sentido nacional.
Bolsonaro, por caso, avisó que si Alberto “crea problemas” con prácticas proteccionistas, se saldrá del MERCOSUR.
Adherente confeso de Macri, hasta insinuó un éxodo de argentinos hacia el sur de Brasil si el kirchnerismo retorna al poder con “una delincuencia de izquierda”, afectando en su criterio la libertad y la democracia.
“El actual candidato que está adelante en Argentina, que tiene de vice a Cristina Kirchner, estuvo visitando a Lula, dijo que es una injusticia que Lula esté preso y quiere rever el Mercosur”, se enojó Bolsonaro.
Brasil y Argentina tuvieron un intercambio comercial de 26.000 millones de dólares el año pasado.
Alberto F. celebró que Bolsonaro hablase mal de él porque “es racista, misógino y violento”.
El venezolano Diosdado Cabello, por su parte, aportó su grano de arena a la confusión, al indicar que Alberto “no vaya a creerse que lo eligieron porque es él”, ya que el argentino es “un pueblo que le dice no al neoliberalismo”.
El adherente al chavismo, pidió “unidad para poder luchar contra el imperialismo”, desde el espacio construido alrededor de la figura de la vice, Cristina Kichner.
La relación hoy entre Alberto y Cristina se exhibe armoniosa y efectiva – como se comprobó en las PASO – para desplazar a una alianza de centro derecha. Algunos vaticinan conflictos futuros. En ese pantano se introdujo Cabello, al subrayar que el candidato a Presidente del Frente de Todos no debe caer en el error de “creérsela”.
Humanidad 
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