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Matute, el líder villero que cambió su vida con Dios

A los 45 años falleció Miguel Sergio Leiva, un joven de la villa 21-24 de Barracas. Desde el fútbol ayudó a los niños del barrio para que estuvieran contenidos, y participó de una Parroquia que lo alejó de las drogas y la delincuencia.

El último 14 de julio falleció Miguel Sergio Leiva, más conocido como «Matute«, un activista social de la villa 21-24 de Barracas. Habiendo iniciado una relación con las drogas a los 13 años de edad, Matute decidió perfilar para otros rumbos en 1997, cuando mataron a su hermano al salir a robar. Hoy se realizará una misa de despedida en la Parroquia de Caacupé según informaron a Humanidad.

Luego de dejar atrás las adicciones y una infancia difícil en la que sufrió los golpes de su padrastro, Miguel logró terminar el secundario y construir una familia junto a Yesica, además de crear un vínculo de afecto con los niños a los que les enseñó fútbol.

Nació en Florencio Varela, provincia de Buenos Aires, el 27 de julio de 1975. Trabajó como colectivero de la línea 188 y participó activamente en los proyectos de la Parroquia «Virgen de Caacupé». En una sentida carta, el padre «Pepe» Di Paola se despidió de Matute. A continuación, el mensaje completo.

Por el Padre Pepe Di Paola

14 de Julio 2021

A mi querido Matute,

Para mi hijo:

Parece mentira que hoy te tenga que despedir. Hace un mes me visitaste con la hermosa familia que formaste y no me di cuenta que era tu despedida. Te quiero agradecer en nombre de la Parroquia Caacupé y de todos los Curas villeros. Quién se hubiese imaginado que ese joven rebelde y mal llevado, ídolo marginal de niños y jóvenes del “fondo” allí donde tres rosas y sector Riachuelo se identificaba con la pandilla de “Fate”, iba a ser el joven que nos ayudaba a correr la barrera para empezar a conocer, a entender a los pibes que están afuera del área de la prevención.

Tu decisión de cambiar (Doña Isi Mediante) y la decisión de la Parroquia de bancar a fondo este camino que peleándote con vos mismo decidiste ganarle a tu pasado y poner tu carisma de líder para el bien de los chicos de tu barrio. Corriste las fronteras de la parroquia e incluiste a esos pibitos que vivían más al margen. Recuerdo que íbamos juntos caminando por la villa, para “Tres Rosas”, y todos los chicos se acercaban a nosotros y te saludaban “a vos”. Te decían: ¿Matu, cuándo jugamos al futbol?

Partido de fútbol en la villa 21-24

Al caminar por la calle y pasillos del “fondo” confirmaba en mi interior estar acompañando de un verdadero líder. Es ese liderazgo que te hacía pensar que, así como vos pudiste había que apoyar a otros jóvenes marcados por la marginalidad expresado en el delito y la droga.

Viniste a vivir a la parroquia, terminaste tu secundaria. Tu inquietud de vocación de servicio te llevó a preguntarte qué camino tenia Dios para tu futuro. Conociste a Yesica y formaste tu familia en la que siempre incluiste a tu hijo de la Juventud (Dieguito). Tuviste tu casa y tu trabajo.

Sin duda que el Hogar de Cristo no hubiese nacido sin un MATUTE que nos enseñara a los curas a confiar, en recibir la vida como viene.

Los hombres sin casa y sin familia recibieron tu compromiso de amor. Hacías lo que a nadie le gustaba hacer o causaba repugnancia. Atendías con cariño a esos hombres de la calle a los cuales la vida les había jugado una mala pasada. Desde Cañita y Pino hasta los que viven hoy, en cada uno de ellos están la marca de MATUTE, de amor y comprensión.

Matute en la Parroquia

¿Cómo despedirte ahora Matu? Si todos sentimos que no puede ser que te vayas tan pronto. Ya que tenes que irte. Te decimos gracias y sabemos que estás en la casa de Dios de otra manera.

Nadie te respeta por el miedo. Ahora tu villa te valora por tu compromiso, tu liderazgo positivo. Todos ahora miran tu ejemplo, el valor de tu palabra y tu coherencia hasta el final.

Hoy te decimos hasta luego Matu. Bendecinos desde el cielo ya que supiste ser apóstol de Jesús y hasta profeta en tu propia tierra. Hasta siempre hijo.

1 comment on “Matute, el líder villero que cambió su vida con Dios

  1. José García Sorondo

    Hermoso mensaje de hasta donde se puede llegar viniendo desde un lugar tan indigno: la pobreza, la droga, la marginalidad. Dios existe!!!

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