Por Juan Yaría
«Quienes hablan contra la familia no saben lo que hacen, porqué no saben lo que deshacen»
Gilbert Chesterton
Desde hace años el Estado formal es apenas un títere de poderes supremos que conforman el verdadero Estado ligado al comercio de drogas que dañan la salud, las armas , las transacciones de mujeres…
No nos deberían extrañar, por ello, los crímenes horrendos: el dinero que mueven estas organizaciones forman una verdadera «sociedad paralela«, con influencias financierias, bancarias, de lavado de dinero. Un mundo de inversiones en la oscuridad.
Los delitos espantosos forman parte de las estrategias de disciplinamiento a los poderes formales. La sociead ve proliferar malos ejemplos todos los días.
El informe del Foro Económico Mundial (FEC) de 2015 – en la actualidad, ampliamente superado -, muestra que las principales actividades ilícitas llegaban casi al 15% del del PBI mundial. Entre todas, sobresalía el tráfico de drogas: ese año alcanzó a 750 mil millones de dólares por encima de la falsificación de productos que rozaban los 650 mil millones. Luego le seguían la trata de personas, las acciones ilegales con petróleo, el comercio de órganos y la venta clandestina de armas.
Todo enlazado con una red de blanqueo que comprende desde la banca y los diversos resortes del mercado de capitales a nivel global y en paraísos fiscales, hasta emprendimientos inmobiliarios y transacciones de artículos suntuarios, entre ellos automóviles.
Según el especialista Gabriel Vidart, del Grupo Multimedios Uruguay, acabar con todo esto provocaría un descalabro universal de inmensas proporciones.
Las prácticas violentas y la corrupción en las altas esferas del poder, sirven para debilitar las estructuras legales y la base de la educacion familiar escolar: su cometido es adoctrinar los niños, desde pequeños, en el uso de las drogas.
El narco-marketing, por derecha e izquierda, está triunfando. Nuestra región es la más violenta del mundo. Prácticamente, toda América está influenciada por el comercio de drogas y bandas expresadas en barras bravas, clanes, tribus que se dedican a explotación de la miseria dando que convierten en rehenes serviles a miles de personas.
Estos «secuestrados» son equivalentes a «peones» de un negocio que tiene a cadenas bancarias como ejes fundamentales. El miedo es el eje determinante a la hora de la toma de decisiones.
La media mundial de homicidios cada 100 mil habitantes, según datos de las Naciones Unidas, es de 6.1%, con el siguiente detalle: América del Norte, 5.1; Europa, 3; Oceanía, 2,8; Asia, 2.3; Africa, 12.3 y Sudamérica, 19.5.
América Latina concentra el 8% dela población mundial y el 33.2% de los homicidios intencionales verificables en el orbe.
Gran parte de estos escalofriantes números está ligado al crimen organizado. ¿Un país organizado tendrá en cuenta está agenda para el futuro?
- Imagen destacada del actor Mark Margolis, quien falleció a los 83 años. Actuó como Héctor Salamanca, en la popular serie Breaking Bad.


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