El tercer «malón por la paz» de pueblos originarios de Jujuy – hubo un primero en 1946 y un segundo, en agosto de 2006 -, recorrió la semana pasada distintos estamentos religiosos e institucionales de la capital federal, para hacer oír su voz contra la reforma constitucional propiciada por el gobernador radical de esa provincia, Gerardo Morales y la represión contra quienes protestan en calles y rutas.
Con escasa repercusión en los medios nacionales, dio cuenta de la noticia Lucas Schaerer, en Ámbito Financiero. Contó que los maloneros, unos 200, iniciaron su recorrido en Jujuy, atravesando e incorpando gente, luego, en Salta, Catamarca, Tucumán, Córdoba, Rosario y San Nicolás.
Los miembros de la Corte Suprema de Justicia aceptaron primero y luego desestimaron un pedido de audiencia. Apenas recibieron por mesa de entrada un documento con reclamos relacionados con «la falta del Estado de Derecho» en Jujuy y «la violación sistemática a la libertad y los derechos humanos», contra quienes elevan sus quejas al poder político de la provincia norteña.
No pasaron desapercibidos los «maloneros» por las avenidas porteñas: clamaron con sus wipalas y bombos, con el respaldo de miles de personas de centrales sindicales y organizaciones sociales y culturales. Una delegación fue atendida por el nuevo arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, y su segundo. el obispo villero Gustavo Carrara.
Humanidad 
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