El peronismo en Pinamar tiene tres listas: la principal, con todos los “fierros”, esto es, con la estructura estatal, responde al camporista Gregorio Estanga; las otras dos menores, a Martín Porretti y al médico Horacio Errasquin, quien pese a ser reconocido en este Partido de la costa, está haciendo una campaña como simple “amateur”. Apostados los militantes en la popular esquina de Shaw y Constitución, las listas que publicitan solo contemplan boletas con un binomio presidencial: Sergio Massa-Agustín Rossi. Juan Grabois, líder de la economía popular, brilla por ausencia.
Cuando El Diario del Mar requirió acerca de los motivos, los afables adherentes que repartían volantes contestaron: “no llegaron. Debería encontrarla en los lugares de votación el próximo domingo 13 de agosto”, fecha estatuida para las PASO.
Sin embargo, voceros de Porretti y Errasquin, señalaron con un dedo acusador a “Goyo” Estanga: tiene – dijeron palabras más, palabras menos -, una bajada de línea y un acuerdo con el Frente Renovador: a Grabois no le abre el juego, pese a que el dirigente social tiene algunos seguidores locales.
Un portavoz fue más allá. Con ironía, comentó: seguro que sus boletas aparecerán el lunes, cuando el resultado haya decantado.
Por lo demás, la tarea proselitista se desarrolla en forma tranquila, salvo por algún incidente aislado. Se mantienen los pronósticos anticipados por este portal: Juan Ibarguren, del PRO, sigue aventajando en Juntos, al radical Lucas Ventoso, aunque éste desarrolla una campaña aguerrida (tanto o más que la de los peronistas) y se animó a declarar públicamente que hay una paridad en las encuestas. Suena exagerado, pero apenas faltan unos días para comprobarlo.
En cuanto a Unión por Todos (UxT), los números siguen favoreciendo a Estanga. En apariencia (a pesar de que hay un representante de Javier Milei, pero enojado con la lista de concejales que le armó la precandidata a gobernador, Carolina Píparo, según viene denunciando), será el receptor de los votantes disconformes con varios aspectos de la actual gestión del intendente Martín Yeza.
Situaciones que dan lugar a la queja y que, llamativamente, son martilladas por Ventoso, quien mostrándose con Diego Santilli, está predispuesto a enfrentar al compacto conglomerado bullrichista, que en el PRO local es prácticamente hegemónico. El actual jefe de gabinete, Matías Yeannes, entusiasmado con el modo de gestión el aspirante porteño, Horacio Rodríguez Larreta, fue bajado del escenario. De un plumazo.
No lo manifiestan a viva voz. Sin embargo, las diferentes facciones del peronismo pinamarense reconocen que la “derechización” de la sociedad es muy fuerte y tendrá un correlato espejo en Pinamar.
Eso a pesar de que el malestar por las falencias en esta subyugante ciudad balnearia – donde convive un sector de clase ABC1, con otro trabajador de clase media y un sector municipal fuerte -, se hace escuchar en las calles.
Aún los acérrimos opositores de Estanga – lo son Porreti y Errasquin, marginados a la hora de conformar una lista de unidad -, admiten que el concejal y mandamás del Anses podría ser un vehículo para provocar un cambio, tras 8 años de «desaguisados». No es lo que piensa el favorito Ibarguren.
Igual, proyectar hoy es inconveniente y apresurado. En simultáneo, se conocerá el domingo quiénes disputarán en octubre la Gobernación de Buenos Aires. Y, al margen del predominio ostensible (con malas y buenas artes) de Massa en UxP, habrá que evaluar qué porcentual obtiene; y cómo se define la pelea mayor entre Larreta (paloma, por antonomasia), contra la halcona Patricia Bullrich, quien tiene en Pinamar fervorosos defensores, entre ellos Yeza y la intendenta interina Alejandra Apolonio. Ibarguren si bien no se sale de cuadro, es un hombre de diálogo que no desentonaría con quien creció a la sombra de Mauricio Macri. Por ahora calla. Cabalga en el caballo del comisario.
Humanidad 
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