Sergio Massa no tiene un pelo de tonto. Aún distanciado del papa argentino por un rencor – palabra deplorada por el Sumo Pontífice -, se sumó a la consigna de los curas villeros para trabajar y lograr que Francisco pueda visitar a la Argentina en 2024. Claro, con él como Presidente y no con Javier Milei, tema que deberá dilucidarse el próximo 19 de noviembre.
Massa – al que algunos, como el expresidente Mauricio Macri llaman despectivamente “ventajita”, y otros le atribuyen dotes milagrosas o mágicas, como para revertir en la primera vuelta el resultado electoral de las PASO, pese al descalabro económico -, logró dejar en el camino (atomizado) a Juntos por el Cambio, de Patricia Bullrich; y deberá lidiar con Milei, al que Francisco llamó irónicamente “Adolfito” (por Adolfo Hitler) y “falso mesías”, aunque en este caso sin nombrarlo expresamente en una entrevista con la Televisión Pública.
En el primer debate antes de las primarias, Massa le había pedido a Milei que se disculpara “por haber descalificado al argentino más importante de la historia”. Lo hico casi contemporáneamente con los sacerdotes “de la periferia” que, encabezados por García Cuerva, Gustavo Carrara y el “padre” Pepe -, hicieron misas de desagravios y movilizaciones a Luján, porque el libertario no trepidaba en llamar “maligno” a Jorge Bergoglio, además de vincularlo con los regímenes comunistas sangrientos, en manifestaciones recientes a un periodista norteamericano simpatizanate de Donald Trump.
El redactor especializado Sergio Rubin recordó hoy que la relación de Massa con Bergoglio “se dañó” cuando el entonces cardenal adjudicó al entonces jefe de gabinete de Néstor Kirchner, participar de una operación con sectores conservadores de la Iglesia para desplazarlo del arzobispado de Buenos Aires.
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Los obispos villeros – transparentó el nuevo obispo de la Plata, Gabriel Mestre -, buscarán torcer el domingo las adhesiones a Javier Milei, por haber asociado al papa argentino con «el maligno». Otro condimento de incertidumbre para la elección del domingo.
“No hay enojo que dure 100 años, y más teniendo en cuenta el peligro que significa Mileri”, apuntó un sacerdote de la opción por los pobres a Humanidad, en medio de gestiones reservadísimas de acercamiento.
La aproximación de Massa a Francisco, en esta coyuntura que está atravesando la Argentina, le traería aparejado más beneficios que perjuicios. Eso calculan sus asesores. Argentina es un país católico, aunque hay franjas del electorado que expresan abiertamente su rechazo por el Papa. De hecho, Alberto Benegas Lynch (h), mentor ideológico de Milei, propuso en el acto de cierre de campaña suspender las relaciones con El Vaticano. ¿Con un Estado?
Además, la “justicia social”, bandera tanto tanto de la Iglesia Católica como del peronismo, es aborrecida públicamente por Milei.
Difícil que haya un pronunciamiento público de la Santa Sede. No es así como procede su diplomacia. Sin embargo, Vatican News, el diario que difunde la información oficial del Santo Padre, sorprendió ( bajo el título «A la caza del voto católico») al dar relevancia a los resultados del domingo en la Argentina, “en un claro gesto” de simpatía del Papa al ganador, según consignó el portal Infobae, de Daniel Hadad.
Humanidad 
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