El «error estratégico» de Milei de viajar a Israel y ratificar el traslado de la embajada a Jerusalén

Es de los clásicos – hasta su talante lo representa -, y como tal considera la noticia por encima de la sobreactuación periodística que pulula incluso en el canal de cable de la empresa donde se desempeña. Es editor-jefe de la sección política de La Nación y. como tal, le da prioridad a la información. Por lo tanto no sorprende tanto cuando revela a Humanidad que al presidente Javier Milei, le aconsejaron no viajar a Israel y, mucho menos, ratificar su intención de trasladar la embajada argentina en Jerusalén, lo que una vez más puso al país en el foco de los fundamentalistas árabes.

“Fue un error estratégico haber ido a Israel en este momento y haber desoído los concejos de la embajada y la Cancillería, Milei igual fue porque está identificado con ese país de Medio Oriente y busca un acercamiento personal religioso con el judaísmo. Incurrió en algo muy peligroso”, deslizó Jorge Liotti en una entrevista previa a la presentación del libro “La encrucijada”, en la ciudad balnearia de Pinamar.

-¿También considera negativa la reunión con el Papa Francisco?

-No, eso es muy distinto. Milei necesitaba recomponer y el Papa le ofreció una puerta o una ventana de reconciliación. Lo fue a buscar en una silla de ruedas y lo sorprendió con eso de ´te cortaste el pelo´. Francisco considera que la situación argentina es muy grave, lo ve al presidente con una gran debilidad política y no quiere ser un foco más de fricción.

-A ver, ¿el espíritu de Francisco es darle contención?

–Francisco tiene muy en claro cómo es el personaje y lo va a tratar de acompañar. Está en la antípoda de su pensamiento sobre la justicia social, pero no quiere abrirle otro flanco para no empeorar los acontecimientos.

– ¿Las ideas mesiánicas de Milei son acompañadas aún por sus votantes?

-Vamos por partes. Milei interpreta su misión de un modo atípico en la relación con cualquier otro Presidente que haya tenido el país en la búsqueda de poder. Por un lado, se considera un CEO de una empresa, cuyo directorio es la sociedad que lo votó para mejorar la economía, reducir el déficit fiscal  y combatir la inseguridad (que en nada se parece a lo que sucede en El Salvador). Tiene un componente divino: se considera el elegido para poner a la Argentina de pie nuevamente y por eso apela a fragmentos bíblicos, como los de los macabeos, donde a pesar de estar en una situación desfavorable se terminan imponiendo. Hay una mezcla: obediencia al electorado y a Dios.

-Insisto, ¿eso prende en la sociedad?

– Le alcanza para ganar tiempo, mientras trata de ofrecer resultados para bajar la inflación, subir los salarios y las jubilaciones. Su retórica y mística busca ganar tiempo, galvanizar, pero tiene que apurarse…

– ¿La sociedad sintoniza con ese mesianismo?

– La sociedad es más básica: pretende que este señor le resuelva sus problemas. El principal activo que tiene es el enojo de un sector importante de la sociedad con ´los políticos viciosos y corruptos´. Ese sigue siendo su apoyo más importante. Por eso, cuando se produce su derrota política, embiste contra los gobernadores, a los que considera casta. Es como la travesía de Moisés en el desierto; está pidiendo que aguanten hasta llegar a la tierra prometida.

– ¿Alcanza?

– No sé. Vienen meses muy duros, cuentas de servicios que subirán. No sé si con la mística le alcanzará.

– ¿Y lo ayudará Francisco?

– Quizá la Iglesia morigere sus críticas. Las haga con menos estridencia, pero no desistirá de su mensaje a favor de los pobres y de atención a los marginados. No abandonará esa línea de acción.

– ¿Puede ser una salida el acuerdo con el PRO de Mauricio Macri?

– Está en un proceso muy embrionario. No veo disposición a un acuerdo en serio. Habrá un entendimiento en el Congreso, naturalmente, que se está dando sin demasiada articulación. Y se observa que se mantienen las rispideces con los gobernadores. Para mí que la tensión irá escalando, porque Milei no parece ceder en el apriete a las provincias y estas van a responder. La victimización de Milei no es una buena salida. No tiene mucho tiempo para elaborar un modelo de gestión distinto.

– ¿Hasta dónde llegará Macri? ¿Es este su segundo tiempo?

– Está en línea con Milei, aunque Macri no se inmolará antes de que estén claras las reglas de juego. Y no lo están.