La CGT hizo un paro suave, demora una huelga general, no le esquiva a la calle y negocia una reforma

La CGT sigue organizando un gran acto el primero de mayo – que, por supuesto, tendrá por blanco a la administración libertaria -, mientras le puso una fecha ralentizada a un paro general – el 9 del mismo mes -. para tener tiempo de acercar a las partes y flexibilizar la áspera negociación. El ministro del Interior, Guillermo Francos, con quien estuvieron reunidos los principales dirigentes del trabajo formal, aseguró que la mayoría de ellos “son conscientes de que hay reformas que pueden acompañarse perfectamente”.

Pese a la cerrada posición discursiva de Javier Milei, Franco abrió el juego en una exposición pública, donde popes como Hugo Moyano y Héctor Daer, fijaron distintas posiciones y cuestionamientos, siempre con las paritarias abiertas.

El Gobierno, en esta instancia, quiere modificar algunas formas contractuales para incluirlas en la discutida Ley Bases, para lo que debe lograr, en simultáneo, el concurso propositivo de los empresarios. Todo sigue girando en el aire, más con los problemas de La Libertad Avanza en el Congreso. Entre los sindicalistas, hay un sector más dialoguista y otro más confrontativo.

Francos, por su lado, subrayó la necesidad de captar inversores en una próxima etapa, para “poner la máquina de la economía en movimiento”; por otra parte, el bancario radical Sergio Palazzo, quien no trepida  en llamar “mentirosos” al presidente Milei y a su ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, aseguró que ambos hicieron “méritos suficientes” para que aparezca pronto una huelga en el horizonte. La fecha fijada ayer fue el 9 de mayo.

Sin embargo – con su sector acordonado ante los venenosos efectos inflacionarios -, Palazzo reconoció que la modernidad, la tecnología y las nuevas formas de empleo, no deben ser desdeñadas en discusiones particularizadas.

Para Palazzo recurrir a las APP en los aparatos de última generación “no significa quitar derechos a los trabajadores”. Además, es impulsor de nuevos marcos normativos para empleados actualmente desamparados por las leyes. Se trata de sumar, en esta coyuntura, al gran segmento que sobrevive con planes sociales.