Poe Whalt Whitman
Aprovecha el día./No dejes que termine/sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, /sin haber alimentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento./No permitas que nadie/te quite el derecho de expresarte,/que es casi un deber.
No abandones tus ansias/de hacer de tu vida/algo extraordinario…
No dejes de creer/que las palabras y la poesía,/sí pueden cambiar el mundo;/porque, pase lo que pase,/nuestra esencia está intacta.
Somos seres humanos llenos de pasión,/la vida es desierto y es oasis./Nos derriba, nos lastima,/nos convierte en protagonistas/de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,/la poderosa obra continúa./Y tú puedes aportar una estrofa…
No dejes nunca de soñar, porque solo en sueños puede ser libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores: el silencio./La mayoría vive en un silencio espantoso./No te resignes, huye…
«Yo emito mi alarido/por los tejados de este mundo», dice el poeta;/valora la belleza de las cosas simples,/se puede hacer poesía/sobre las pequeñas cosas.
No traiciones tus creencias,/todos merecemos ser aceptados./No podemos remar/en contra de nosotros mismos,/eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que provoca tener la vida por delante./Vívela intensamente, sin mediocridades.
Piensa que en ti está el futuro,/y asume la tarea con orgullo/y sin miedo.
Aprende de quienes pueden enseñarte./Las experiencias de quienes se alimentaron de nuestros Poetas Muertos te ayudarán a caminar por la vida.
La sociedad de hoy somos nosotros, los Poetas Vivos./¡No permitas que la vida te pase a ti, sin que tú la vivas!
Todos los días las legiones romanas a las 6 de la mañana saludaban con el grito:¡Carpe Diem!
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