El caso Loan, un hecho aberrante, en un país de locos

Por Luciani Ronzoni Guzmán

La «abuela confiable» habló para tapar un crimen aberrante donde hay involucrados poderes económicos y políticos es encubrir las investigaciones con esoterismo, rituales satánicos y demás yerbas paranormales. ¿El objetivo?, desviar la atención del tema principal: existen redes de trata de niños, jóvenes y mujeres para esclavitud sexual, venta de órganos o entrega a familias ricas que no pueden tener hijos. También en muchos países del mundo se venden hombres para trabajos forzados, como si fuera el Siglo XIX en una colonia británica.

Lamentablemente la versión – si se quiere la más «piadosa» -, es el traspaso a una familia rica, si se puede decir así, es la menos probable de todas. Es cierto, que existen rituales de sangre en las cúpulas del poder, pero no es la mayoría de los casos de desapariciones de niños. Casi siempre el interés es mucho más pedestre: dinero.

Donde hay un crimen, hay un interés y donde hay un interés hay un negocio. Cuando discursivamente se avala la mercantilización de todo lo humano, las redes que siempre actuaron tienen mucho menos presión porque hay una determinación de las autoridades de quitarle los ojos al asunto. Ahora todo se está desvirtuando: pombero, almas en pena, ovni, rituales, «expertos en víboras gigantes», toda clase de dementes están circulando en la TV, embarrando la cancha.

Muy triste: Loan no será hallado con vida, si es que alguna vez se encuentre su cuerpo. Habrá dos o tres condenas a reclusión perpetua pero la verdadera red seguirá inalterable.