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Piden la indagatoria de tres militares y dos civiles, por el asesinato del obispo Ponce de León, en 1977

Este jueves hubo una misa en la Catedral Metropolitana, luego que el fiscal pidió las indagatorias para demostrar que Ponce de León murió en un atentado (en julio de 1977) y no en un accidente. Igual que lo ocurrido con Angelelli.

La Iglesia y la justicia están empeñadas en esclarecer lo sucedido el 11 de julio de 1977 con el obispo Horacio Ponce de León, muerto en un accidente vial, según los argumentos de la dictadura militar o en un asesinato como se pretende demostrar en los estrados federales, señaló en una crónica Lucas Schaerer, en C5N.

Ayer, jueves, se realizó por primera vez una misa por su martirio, en la Catedral Metropolitana. El provicario Joaquín Sucunza, junto con un cuadro con la foto de Ponce de León, señaló: “Era un sacerdote de nuestra diócesis, que luego fue obispo en Salta y en San Nicolas. Poco tiempo después de la muerte de monseñor Angelelli vino la muerte de Ponce. Con formas semejantes, en ambos no fue muerte casual según la justicia sino provocada«.

Sucunza, quien supo ser segundo de Jorge Bergoglio, actual papa Francisco, señaló que comprobó que «la camioneta F-100 que impactó al auto del obispo (en la ruta 9 a la altura de Ramallo) no estaba transitando por el lugar, sino que se encontraba detenida y se cruzó en forma transversal, sin estar tripulada». Agregó que un examen antropológico del cadáver de Ponce, estableció «la ausencia de fractura y hundimiento de cráneo».

A todo esto, el fiscal federal de San Nicolás, Matías Di Lello, le pidió al juez subrogante Marcelo Bailaque, que autorice la declaración indagatoria de tres militares (Bernardo Landa, Omar Andrada y Luis Américo Muñoz) y los civiles Luis Antonio Martinez y Sergio Bottini, a cargo de la camioneta Ford 100, que chocó al Renaul 4 conducido por Ponce de León.

Di Lello recordó que, al validar la hipótesis del atentado por la Cámara Federal de Rosario indicó que «no es posible soslayar que el obispo estaba siendo objeto de operaciones de inteligencia, seguimientos y amenazas por parte de los órganos represivos del gobierno de facto que regía en el país entre 1976/1983″.

Óscar Ojea, obispo de San Isidro y presidente de la CEA, convocó en mayo a una comisión especial para recabar toda la información de la vida y obra de Carlos Horacio Ponce de León como pastor de la iglesia.

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