El cachetazo de Joker 2, a pesar del fracaso en las taquillas

Por Luciano Ronzoni Guzmán

Joker 2 es excelente. La historia sobre Arthur Fleck, un hombre que nadie ve – ni siquiera el Guazón -, mantiene la línea argumental y continúa la critica social de una forma más profunda: visto desde la microfísica del poder, con el añadido de una institución total. Arthur demuestra que siempre quiso ser Arthur y no un ícono popular. Siguió llevando la cruz de sus padecimientos y durante el juicio revive cada uno de sus tormentos.

Harley Quinn (interpretada por Lady Gaga), no solo lo engaña, sino que además lo manipula. Jamás lo quiso como Arthur: solo al personaje, al mito: si se quiere esta versión es mucho más extrema y hardcore de Lee. Gaga no interpreta a una compañera de Joker, perdidamente enamorada, frivola y luego minita empoderada, como en la otra narrativa. Es una mujer sociópata, consciente del daño que le provoca a Arthur; capaz de llevarlo al extremo para que complete el ancho como personaje. Harley Quinn está disfrazada de Harleen Quintzel, una supuesta padeciente que lo lleva al límite con una traición.

La madre vuelve a jugar un papel central. No solo lo humilla cada vez que quiere. Demuestra que, desde el principio, las mujeres en su vida le mienten y no lo quieren. Lo sometió a un hogar violento donde uno de sus padrastros lo viola de niño y lo mismo le pasa en la cárcel con el guardia, un artista frustrado que lo ampara para luego abusarlo brutalmente.

Se mantiene el enigma de si es o no, el hijo de Wayne y hermanastro de Bruno (punto a favor que no aparezca ni siquiera mencionado el murciélago). También el enigma de si Quinn está embarazada o no. Como toda su vida fue un disfraz, te deja pensando si ambas situaciones también lo fueron y la trama sigue sin resolverlo.

La música refleja el ensueño de ambos: «Solo teníamos la fantasía», le dice Lee cuando lo vuelven a arrestar. Otro enigma ¿Existe Harley?

Para rematar, la misma sociedad de masas que lo eleva a mito, lo asesina (o al menos termina herido gravemente) por ser mucho menos que su reputación.

Todos esperabamos a ver al Guasón, libre y cometiendo fechorías: un hombre seguro de si mismo. Pero, la narración nos da un cachetazo y nos devuelve a Fleck como a un hombre al extremo vulnerable que sigue siendo humillado y traicionado.

Una película que, con el tiempo, será una joya de culto. Hay que verla varias veces para descubrir sus perlas. No apta para pochocleros que vienen de Los Vengadores. Esto es DC Comics en su máxima crudeza.