¿Cuál es la pregunta? ¡Te contradecís! -Mira si te conoceré después de 25 años. -No me conocés.
Hablan mucho y repiten trivialidades – como un sonsonete -, tres parejas matrimoniales que usan de la palabra para caer en la oquedad, estar incomunicados y transitar la vida como lo que algunos sostienen que es: un absurdo.
La obra «Disparate», escrita por Guillermo Yanícola (1966-2019) en 2004, deleitó anoche a los privilegiados espectadores que concurrieron al Teatro de la Torre, en Pinamar. Se encontraron con seis actores versátiles, llenos de energía (uno de ellos, Julio Palay, con un parecido físico íncreíble a Horacio Rodríguez Larreta, rogando inúltilmente ser creído), demostraron como se puede hablar de todo, sin hablar de nada. ¿Les suena a los argentinos?
El público se ríe y se va feliz, pero lo que sucede arriba del escenario es casi trágico. Hasta hay una simulación de suicidio en tono grotesco, con modismos populares.
Dirigida la nueva versión por Claudia Mosso, se florean vestidos de blanco los independientes Julio Palay (Larreta), Gabriel Celaya, Leo Rizzi, Belén Manetta, Milena Bracciale y Cecilia Mesías. Llevan la insensatez a un grado de paroxismo, que fácilmente puede percibirse en otras escenas de la vida cotidiana nacional.
Hombre y mujer, hasta el hartazgo, se mencionan a sí mismos con nombres diferentes. Al final todo vuelve, supuestamente, a la «normalidad». Humanidad se fue con la convicción quizá no tan disparatada de un pensador egipcio: El miedo no evita la muerte; evita la vida.
Humanidad 
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