Rendido (con reparos, todavía) el mandamás (¿mandamenos?) del PRO, Mauricio Macri, ante el presidente anarco-libertario Javier Milei, avanza a toda máquina con el acuerdo en la provincia de Buenos Aires. Se trata, para vencer al peronismo del gobernador Axel Kicillof (con problemas irresueltos con CFK y La Cámpora), de conformar un rompecabezas en el que hay unos mil cargos en disputa (o fichas, dirían en el casino).
«Después de lo que pasó en CABA, donde Manuel Adorni (que, efectivamente, era Milei), duplicó las adhesiones recogidas por Silvia Lospennato (que, también, fungía de mascarón de proa de los hoy destartalados hermanos Macri), el PRO tiene que venir al pie en la provincia», señaló un vocero de La Libertad Avanza a Humanidad.
«El golpe fue duro, es innegable, pero si queremos vencer al kirchnerismo en el principal distrito, debe haber una confluencia razonable, atendiendo al poder preexistente en los 135 distritos bonaerenses. Si (Sebastián) Pareja quiere emprender la heroica (apoyado por Karina Milei), apenas si sacará 5 o 6 puntos», replicó un ladero de Macri, quien reconoció en Chubut que hay negociaciones en curso, bajo su supervisión personal.
De regreso de Sevilla quiere recuperar su silla. De paso por Chubut, donde hubo un congreso energético encabezado por el gobernador Ignacio «Nacho» Torres, Macri confirmó que Cristian Ritondo, jefe del PRO en la provincia, tiene mandato de acompañar «con vocación patriótica» a las huestes mileístas, pero reiteró que no hay coalición de ninguna manera. Aserto, éste, desmentido por Patricia Bullrich, predecesora en el cargo que hoy ocupa Mauricio Macri. «Pato» ya pasó con bombos y platillos a LLA, de cuya administración es ministra de Seguridad.
Antes del partido oficial (primero, en septiembre, el provincial, si no hay cambios de último momento), la casta se diluye en una nube de humo que no perciben los votantes. Apuntan a los sitiales rentados: 3 senadores provinciales y 15 suplentes; y 46 diputados provinciales y 28 suplentes (Sección Capital: 6 diputados y 4 suplentes; Primera: 8 senadores y cinco suplentes; Segunda: 11 diputados y 8 suplentes; Tercera: 18 diputados y 8 suplentes; Cuarta: 7 senadores y 4 suplentes; Quinta: 5 senadores y 3 suplentes; Sexta: 11 diputados y 8 suplentes; Séptima: 3 senadores y 3 suplentes); 1097 concejales titulares y 706 suplentes; 401 consejeros escolares titulares y 401 consejeros suplentes.
LEER MÁS:
¿Ganó o perdió Milei el domingo 25 de mayo?
Milei tiene una personalidad disruptiva que subterráneamente sintoniza con un electorado difuso y desconfiado. Se viene una nueva encuesta y el cocinero de Humanidad se anticipa con un adelanto.
Macri mantiene un carácter vengativo, a pesar de haber sido esmerilada su condición de líder. Hasta aquí, apoyó leyes básicas de Milei, no pudo detener (¡fracasó!) las tensiones en el distrito federal y en la actualidad reclama tiempo y coordinación para futuros entendimientos duraderos. El frente liberal y republicano que imagina está en las antípodas del de Milei. «Salir de años de decadencia, llevará décadas», pregona.
En el corto plazo están las elecciones y el reparto de la torta entre dirigentes. Las empresas petrolíferas y gasíferas extranjeras, según un informe al que accedió a este portal al igual que Macri, están retrayendo las inversiones porqué el gobierno nacional no destina los recursos que le han llovido del Norte a garantizar obras públicas de infraestructura y dar previsibilidad jurídica. Un punto clave.
Con Milei, todavía no hay un antes y un después en la Argentina. Cristina Kirchner sigue siendo referente de un 25/30 por ciento del caudal argentino y las dudas están centradas en el bloqueo mutuo que se viene dispensando con su hijo político, Axel Kicillof. Además, claro, de una decisión judicial que la saque fuera de la cancha. Sus acciones están en baja, pero ¡que le temen, le temen!


0 comments on “Macri volvió con bandera blanca: igual pretende inundar de candidatos del PRO el barco de LLA en la provincia”