El «bonus» de Milei es no tener «a nadie» como opositor político, señaló la socióloga De Riz

“Estamos en una etapa donde (Javier) Milei, el mileísmo y el mundo se parecen; tendrá que pasar bastante para que aparezca una reestructuración opositora…porque hay un vacío y lo que dice la gente es que frente a él no hay nadie, no hay nadie”. Esa fue una de las reflexiones que tuvo anoche la socióloga Liliana De Riz.

“Milei es un fenómeno inseparable del contexto internacional. Su personalidad tan esotérica y extravagante es mirada con atención por liderazgos en derechas radicales que avanzan a pasos agigantados”, declaró a Carlos Pagni, en el programa Odisea.

La intelectual confesó que nunca se hubiese imaginado un proceso como el actual de “revancha”, con relaciones sociales tan cambiantes por influencia de las redes, que llevó a identificar a los jóvenes con Milei y a la “autodestrucción” de Juntos por el Cambio.

Sostuvo De Riz que Milei tiene un núcleo duro relativamente chico, pero “un gran bonus” debido “al desbarajuste ajeno” que produjo una crisis de representación y un sistema político “muy roto”.

Calificó “absurda la lucha de egos” dentro del PRO que – señaló – “lo llevó a convertirse en una segunda marca”. Y salvo por como vaya a reaccionar el peronismo – algo que no llegó a precisar -, indicó que los ciudadanos no se identifican con partidos, sino con espacios y consideran “a la clase política como una inutilidad y un estorbo que cuesta caro”,

Consideró que Milei es un anarco-libertario refractario al liberalismo político, ya que “no negocia con partidos, sino en forma de toma y daca con gobernadores necesitados, que entregan sus votos a cambio de fondos, brindando lealtades cambiantes (en el Congreso)”.

“Si La Libertad Avanza, retrocede la libertad de los argentinos. Hay alertas importantes: el liberalismo político es más un deseo que una realidad. Milei – consideró -, bajó la inflación y la pobreza y subió la AUH…la que está más enojada es la clase media, pero no encuentra quien la represente y la organice”.

En el cierre de la entrevista, trató de preservar el optimismo. “Hay un vacío que durará bastante llenar, pero espero que retorne la sensatez y ocurra todo lo contrario a lo que está pasando hoy», expresó. Quedó en eso: en un deseo.