Mandatos familiares: cambiar el «yo debo» por el «yo quiero»

Por Horacio Rivero

¿Qué son las constelaciones familiares? Implican técnicas complementarias científicas que tienen por finalidad, valga la redundancia, de liberarse de mandatos familiares. Se trata de cambiar el «yo debo» por el «yo quiero».

Terapéuticamente, se trata de lograr la autodeterminación como persona integrante de un núcleo rector. ¿Hay que aceptar reglas? Sí, pero decidiendo a la vez como actuar: sin culpa en caso de no coincidir con códigos preestablecidos.

Se busca aceptar y aceptarse con amor: como un adulto que elige por sí mismo. Cuando no se coincide, se hace saber. No se traiciona: se ejerce el libre albedrío.

Las bases filosóficas de las constelaciones familiares están construidas sobre factores de pertenencia, jerarquía y equilibrio, que juegan un papel central a la hora de dar y tomar.

En todo sistema armónico predomina el equilibrio. Hay que sanar el alma de obligaciones que creemos tener que cumplir por fidelidad a nuestra familia. El sentido de integración se mantiene aún con diferencias.

Los parámetros son científicos, pues la constelación es una rama de la epigenética: los cambios se producen – activando o inactivando los genes -, sin modificar secuencias del ADN.

UN CASO. Un padre, ausente de su casa por trabajo, generó una angustia en su hijo. Dañado éste en su niño interior, ya de mayor sentía esa falta, ese abandono. En los trabajos de constelación, pudo dimensionar el comportamiento del progenitor como lo que fue: un ser que hizo lo que pudo, apoyado en su propia educación y contexto familiar.

Aceptó el paciente las limitaciones de su padre y le agradeció lo más importante que le dio: la vida. Trazó un cuadro lo más objetivo posible de la situación y terminó aceptándolo con sus carencias y errores. Comprendió que, a su manera, lo había amado, pese a las circunstancias que a él tanto menoscabo le habían provocado.