Tanta barahúnda armó Javier Milei pidiendo que «saquen al pingüino del cajón», que pasó inadvertido la denuncia del discreto «putsch» denunciado por la diputada libertaria disidente Marcela Pagano. «¿Por qué miran la interna entre Santiago Caputo y Karina Milei y no a Guillermo Francos con los ministros y su SIDE paralela?», disparó picante. Y destapó aún más olla que esconde la creciente gravitación del Jefe de Gabinete.
Burócrata casta desde fines de los 60, ocupó una variedad de cargos políticos bajo todos los colores políticos también en paralelo como agente de los llamados «capitanes de la industria». Eduardo Eurnekían, uno de los hombres más poderosos del país, lo asignó para tutelar a Milei.
La derrota en el Senado del veto presidencial a la Ley de Discapacidad generó conmoción y ventolina de final de ciclo. Ante la crisis, Francos agarró la pelota: con la expulsión del operador de redes Gordo Dan de La Libertad Avanza realizó su primera acción de Gobierno. En este momento hay nuevo presidente de hecho.
Humanidad 
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