«La sociedad acompaña conscientemente a Milei en su travesía por el desierto», afirmó Guillermo Oliveto

La elección legislativa de octubre fue «un bonus track de esperanza» que le dió «una vida más» al presidente Javier Milei. «Si el Gobierno ganó y sostuvo los dos primeros años con una agenda punk – destructiva, antisistema, que propuso quemar y romper -, ahora debe venir el pop, una etapa constructiva y más alegre», declaró el especialista en consumo Guillermo Oliveto.

En una entrevista con Matías Bonelli, de Clarín, Oliveto apuntó que la gestión libertaria le dio a la sociedad «orden, tranquilidad y previsión» y con «inteligencia» instaló «el temor a perder eso con una posible inestabilidad cambiaria y la vuelta de la inflación».

Contestó que la mayoría de la población votó por la economía en el sentido de que «no estamos bien, pero no quiero estar peor».

Dijo que Milei instaló el lema de «romper la casta», pero que ahora la sociedad, resuelto en apariencia ese tema, le pedirá que «construya».

«En el primer año y medio de gestión – expuso -, se consolidó esa sociedad dual que además genera un consumo dual. Hay un 30% de la población (clase alta, media-alta y una parte formal de la media-baja) que vive una realidad, y el 70% vive otra, con más inestabilidad e informalidad».

Insistió con el planteo de que «hay un factor miedo que por ahora se calmó debido a una situación inédita con el dólar. La intervención del Tesoro de los Estados Unidos opera sobre la realidad y le da una calma mental a la sociedad respecto de que no faltarán los dólares. Sin dudas, lo primero que tenderá a recuperarse es ese 30%. Una vez que esté eliminado ese factor miedo que mencionaba, reflotarán los viajes a Punta del Este y la venta de autos, por ejemplo. Pero la pregunta clave sigue siendo ¿qué pasa con el 70% restante? El desafío es que ese «pop» llegue a la construcción, a la microeconomía y al empleo de la mayoría».

Reconoció que los argentinos – que «detestan el ajuste», aclaró -, le dieron mandato a Milei por 4 años, decidiendo «caminar por el desierto de forma consciente, a diferencia de otras épocas».

En ese punto, levantó su vos de alerta. «Históricamente – expresó -, el factor que horada la piedra es el desempleo. Cuando alguien de la familia pierde el trabajo, se acaba todo. Y esta variable, hasta ahora, no va bien. Se perdieron puestos de trabajo registrados, tanto privados como públicos».

Explicó: «Los motores que hoy empujan el PBI son Vaca Muerta (gas y petróleo), energía, minería y agro. Estos sectores no son mano de obra intensiva. Por el contrario, hay cuatro sectores mano de obra intensiva que están complicados: construcción (perdió 20% de los puestos en dos años), industria, comercio y turismo interno. La economía está configurada de forma muy dual, incluso geográficamente, con el centro/cordillera en una película y el conurbano en otra».

Hizo hincapié en el desempleo porque «influye en la situación particular de todos, en la capacidad de vivir y llegar a fin de mes, pero también influye mentalmente en el entorno de quienes pierden sus ingresos. En medio de esto, hay gente que está gastando sus ahorros y aparece también la mora en los créditos; hoy, en tarjetas de crédito es del 10% y en créditos personales del 7%-8%, cifras que no veíamos hasta no hace demasiado».