En la gran convocatoria para pedir por paz, pan y trabajo el arzobispo de Buenos Aires, llamó a no ser indiferentes o discutir en escritorios, cifras de pobreza e indigencia en la Argentina.
El portal Vatican News en español deploró el segmento «Festividad» de la inauguración de los juegos olímpicos en París. Señaló que hay cristianos ofendidos por una similitud con La última cena de Jesús. Los organizadores lo negaron.
Desde febrero en la localidad santiagueña La Banda, el sacerdote villero «Pepe» Di Paola habló del trabajo urbano que realiza la Iglesia para combatir el hacinamiento, la violencia y la droga. La investigación periodística fue publicada en La Nación.
Con el fin de tener «una mirada integradora y federal desde la estructura eclesial», Francisco llevará la sede primada de la Argentina desde Buenos Aires a Santiago del Estero. En la periférica La Banda ejerce su sacerdocio el «Padre Pepe», emblema de los curas villeros.
El ahora exarzobispo de La Plata, Gabriel Mestre, de 55 años, informó que Francisco le pidió su renuncia, por «percepciones distintas con lo acontecido en la diócesis de Mar del Plata desde noviembre de 2023». Las versiones.
Un perfil del obispo villero Gustavo Carrara – introductorio a una entrevista cuyo link se incluye al pie de la nota -, realizó el periodista Martín Rodríguez (@tintalimon) ¿La excusa? Hablar de Carlos Mugica.
«La violencia posiciona candidatos». Eso afirmó el cura villero «Charly» Olivero, al comentar un nuevo documento papal distribuido por «Tucho» Fernández, mano derecha de Francisco. «La pobreza extrema es indigna», enfatizó.
Para el arzobispo de Buenos Aires, uno de los errores de los argentinos es no escuchar a un líder mundial como el Papa, y empeñarse en «meterlo en el barro y en discusiones bizantinas».
En Pascua, el confesor de la Iglesia de Nueva Pompeya, Luis Dri, advirtió sobre la situacion de hambre que padece buena parte de la población. Nombrado Cardenal por Francisco (a quien escuchó antaño sus pecados), dijo que solo por las obras se conoce al hombre.
El papa argentino se inmiscuyó en el grave problema del narcotráfico, al que observó naturalizado en su país. Denunció complicidades políticas, policiales, judiciales, empresarias y financieras y demandó respuestas complejas e integrales.
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