Política

El peronismo no quiere "acorralar" a Macri, pero este año se endurecerá

Aunque parezca paradójico, el peronismo en su versión más tradicional, la que se expresa a través de gobernadores, intendentes y parlamentarios, “le dio la derecha” al gobierno de Mauricio Macri en el primer año para que pudiera avanzar con sus medidas económicas

“Si lo hubiésemos bloqueado – expuso ante ExpedientePolítico un miembro del aparato del PJ que hoy reniega del kirchnerismo – , le dábamos una excusa perfecta: lo hubiésemos obligado a manejarse con Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), y a querer transferirnos la responsabilidad por lo que pudiera acontecer”.

Así, el eje unificador hacia adentro de un partido fragmentado, fueron los intereses de los distritos manejados por el peronismo y los planteos expuestos por la Confederación General del Trabajo (CGT).

“Fuimos responsables y razonables. Cuando hubo consenso, apoyamos la salida del default y el blanqueo de capitales. La luz verde en materia de ganancia la dimos recién cuando el gobierno se avino conceder al sector obrero mejoras en el mínimo no imponible y en reducir quitas a las horas extras» , comentó el dirigente que integra la conducción que encabezan José Luis Gioja y Daniel Scioli.

¿Puede esperarse que la gobernabilidad siga inalterable en este año electoral? En principio, respondió, “no hay vocación de acorralar a Macri”. Aunque enseguida enumeró puntos irrenunciables en el arco opositor de signo peronista, si se encienden “luces de alarma”, como ocurrió cuando Macri insinuó vetar la ley antidespidos y fue obligado a negociar con los mandatarios a través de Rogelio Frigerio, ministro del Interior.

Los popes peronistas no subestiman a Macri ni le restan legitimidad como hacen sectores radicalizados del kirchnerismo. Entre paréntesis, es un misterio saber si podría quebrarse el bloque de senadores que lidera Miguel Pichetto. Sin embargo, bajo la constatación de que no ha habido crecimiento económico y sí pérdida del empleo y del poder adquisitivo, y de que la lluvia de inversiones extranjeras no se ha desatado, el PJ empezará a golpear en el 2017: Cambiemos – dirá – , no protege a los sectores industriales (hierro, aluminio, textiles, calzado, verbigracia) frente a la competencia desleal, principalmente de China.