Escándalo en las filas del gobierno. Como si fuera poco, luego del desbarajuste gubernamental ocurrido en las últimas semanas con la ida y venida de ministros y funcionarios, el 29 de enero, el Jefe de la Aduana elegido por el gobierno de Cambiemos, declaró que la desaparición de personas en la última dictadura militar no fue un genocidio sistemático, sino más bien la respuesta a una guerra.

Una vez más escuchamos por parte de un gobierno con particularidades políticas muy diferentes a la del anterior, cuestionamientos sobre la cantidad de desaparecidos en la República Argentina durante la última dictadura militar y más que eso. El principal objetivo que se planteó públicamente el macrismo fue diferenciarse a toda costa del kirchnerismo. Si Cristina hacía cadenas nacionales, ellos las inhabilitarían por completo. Si Cristina arreglaba las paritarias por encima del índice de inflación, ellos lo ajustarían y llegarían al límite mínimo. Si Cristina promovía una batalla contra determinados grupos mediáticos, ellos destruirían la Ley de Medios. Si Cristina, y toda la fuerza construida durante 12 años que llegó a obtener un caudal de votos del 49% en las últimas elecciones, incentivaban y fomentaban el relleno de discursos hablando de los 30.000 desaparecidos-detenidos, ellos lo cuestionarían un poco más y lo borrarían de sus anotaciones.
Lo cierto es que no todos los oficialistas coinciden con los dichos de Gómez Centurión, el “capo” de la Aduana, de hecho, nadie más que él y otras miles, o esperemos cientas, de personas en el país, piensan acorde a lo que dijo en el programa de América, “Debo Decir” el domingo 29 de enero, ya que por parte de personajes como el Secretario de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj, se desvincularon con estas declaraciones tan aborrecibles para radicales, peronistas, madres, abuelas y demás argentinos.
En síntesis, lo que ocurrió fue lo siguiente: Quien en su momento fue distanciado de su cargo por una denuncia anónima de irregularidades y luego vuelto a ser incorporado en el cargo más importante de la organización aduanera de nuestro país, comenzó la polémica diciendo que la última dictadura militar no tuvo un plan genocida y que Galtieri, o “el Pato Donald” (es decir, cualquiera), le hubiera declarado la guerra a Gran Bretaña por “la conciencia del despojo que había sufrido la Argentina”. En definitiva, para este sujeto pro-militares durante la época de la democracia, debía haber una guerra para demostrar “conciencia” de lo sufrido aquel momento de 1833 donde nos arrebataron las Islas Malvinas. Él se queja de los 620 suicidios de soldados luego de la guerra por la inactividad del gobierno. ¿No cree que nunca hubieran existido estas muertes si no hubiéramos ido a la guerra?
Solo Galtieri, con las presiones que tenía para seguir manteniendo el régimen dictactorial en la Argentina por parte de distintos círculos de poder, accedió a la atrocidad humana llamada guerra.

Centurión no cuestiona la dictadura. No cuestiona los lazos de Isabelita de Perón con los militares. No cuestiona la ilegalidad humana en materia de derechos, que tiene un gobierno de facto. Lo que cuestiona es “el torpísimo golpe que peleaba contra un enemigo –los guerrilleros- a los cuales no sabían manejar”. Por esto es que, según él, el gobierno de facto no tuvo un plan sistemático de desapariciones, sino que fue una respuesta, de “causa o consecuencia”, necesaria para combatir “al terrorismo”.
Para terminar, tanto a la periodista Romina Manguel y la política Chiche Duhalde como a Gómez Centurión, incluyen en sus posturas la importancia de que la juventud sepa correctamente lo ocurrido en los hechos de la historia argentina.
Desde Humanidad NyR, le dejamos un mensaje claro a la juventud y a todo el pueblo argentino: Dentro de 50 años, lo sucedido en los hechos de éste gobierno quedarán en la historia. Ojala que se tilde a la administración Macri como una gestión beneficiosa para el país. Desde ya, lo que les podemos adelantar, es que se equivocaron inocentemente o a propósito, en los personajes. La constante provocación de si fueron 30.000 u 8.000, existe gracias a el espacio que le otorga la derecha liderada por Cambiemos. El repudio que genera en millones de argentinos las declaraciones y las medidas, como querer mover el feriado del 24 de marzo, no serán olvidadas por el pueblo. Macri quiere ser lo antagónico al kirchnerismo. En materia de derechos humanos, lo logró. Felicidades Mauri.
Escándalo en las filas del gobierno. Como si fuera poco, luego del desbarajuste gubernamental ocurrido en las últimas semanas con la ida y venida de ministros y funcionarios, el 29 de enero, el Jefe de la Aduana elegido por el gobierno de Cambiemos, declaró que la desaparición de personas en la última dictadura militar no fue un genocidio sistemático, sino más bien la respuesta a una guerra.
Una vez más escuchamos por parte de un gobierno con particularidades políticas muy diferentes a la del anterior, cuestionamientos sobre la cantidad de desaparecidos en la República Argentina durante la última dictadura militar y más que eso. El principal objetivo que se planteó públicamente el macrismo fue diferenciarse a toda costa del kirchnerismo. Si Cristina hacía cadenas nacionales, ellos las inhabilitarían por completo. Si Cristina arreglaba las paritarias por encima del índice de inflación, ellos lo ajustarían y llegarían al límite mínimo. Si Cristina promovía una batalla contra determinados grupos mediáticos, ellos destruirían la Ley de Medios. Si Cristina, y toda la fuerza construida durante 12 años que llegó a obtener un caudal de votos del 49% en las últimas elecciones, incentivaban y fomentaban el relleno de discursos hablando de los 30.000 desaparecidos-detenidos, ellos lo cuestionarían un poco más y lo borrarían de sus anotaciones.
Lo cierto es que no todos los oficialistas coinciden con los dichos de Gómez Centurión, el “capo” de la Aduana, de hecho, nadie más que él y otras miles, o esperemos cientas, de personas en el país, piensan acorde a lo que dijo en el programa de América, “Debo Decir” el domingo 29 de enero, ya que por parte de personajes como el Secretario de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj, se desvincularon con estas declaraciones tan aborrecibles para radicales, peronistas, madres, abuelas y demás argentinos.
En síntesis, lo que ocurrió fue lo siguiente: Quien en su momento fue distanciado de su cargo por una denuncia anónima de irregularidades y luego vuelto a ser incorporado en el cargo más importante de la organización aduanera de nuestro país, comenzó la polémica diciendo que la última dictadura militar no tuvo un plan genocida y que Galtieri, o “el Pato Donald” (es decir, cualquiera), le hubiera declarado la guerra a Gran Bretaña por “la conciencia del despojo que había sufrido la Argentina”. En definitiva, para este sujeto pro-militares durante la época de la democracia, debía haber una guerra para demostrar “conciencia” de lo sufrido aquel momento de 1833 donde nos arrebataron las Islas Malvinas. Él se queja de los 620 suicidios de soldados luego de la guerra por la inactividad del gobierno. ¿No cree que nunca hubieran existido estas muertes si no hubiéramos ido a la guerra?
Solo Galtieri, con las presiones que tenía para seguir manteniendo el régimen dictactorial en la Argentina por parte de distintos círculos de poder, accedió a la atrocidad humana llamada guerra.
Centurión no cuestiona la dictadura. No cuestiona los lazos de Isabelita de Perón con los militares. No cuestiona la ilegalidad humana en materia de derechos, que tiene un gobierno de facto. Lo que cuestiona es “el torpísimo golpe que peleaba contra un enemigo –los guerrilleros- a los cuales no sabían manejar”. Por esto es que, según él, el gobierno de facto no tuvo un plan sistemático de desapariciones, sino que fue una respuesta, de “causa o consecuencia”, necesaria para combatir “al terrorismo”.
Para terminar, tanto a la periodista Romina Manguel y la política Chiche Duhalde como a Gómez Centurión, incluyen en sus posturas la importancia de que la juventud sepa correctamente lo ocurrido en los hechos de la historia argentina.
Desde Humanidad NyR, le dejamos un mensaje claro a la juventud y a todo el pueblo argentino: Dentro de 50 años, lo sucedido en los hechos de éste gobierno quedarán en la historia. Ojala que se tilde a la administración Macri como una gestión beneficiosa para el país. Desde ya, lo que les podemos adelantar, es que se equivocaron inocentemente o a propósito, en los personajes. La constante provocación de si fueron 30.000 u 8.000, existe gracias a el espacio que le otorga la derecha liderada por Cambiemos. El repudio que genera en millones de argentinos las declaraciones y las medidas, como querer mover el feriado del 24 de marzo, no serán olvidadas por el pueblo. Macri quiere ser lo antagónico al kirchnerismo. En materia de derechos humanos, lo logró. Felicidades Mauri.
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