Somos pocos y nos conocemos mucho. Fuimos «derechos y humanos». El que apostó al dólar, «perdió». Un gran ministro democrático habló con el corazón y le contestaron con el bolsillo. Esta introducción viene a cuento, porque en el último reportaje del año, a radio Continental, el presidente Alberto Fernández, pidió “responsabilidad social” a los formadores de precios (ganen, pero con razonabilidad, no por lo que p…pudiere, interpretó Humanidad) pero al mismo tiempo blandió el garrote, en especial para los que suben los valores de los medicamentos y alimentos básicos: “Algunos podrán decir que soy un ingenuo…pero no es posible que a los empresarios haya que llevarlo a los latigazos. Son parte de éste país”.
“Vehemente, no enojado”, según aclaró a la periodista Mariana Verón, Alberto hizo anuncios relevantes. Para Humanidad, entre los muchos trascendentes, uno es el de haber pedido paciencia a la ciudadanía hasta el 31 de marzo, el “dead line”. En esa fecha, debería saberse como será la renegociación con los acreedores externos, siguiendo una planificación que coordina con Martín Guzmán, Matías Kulfas y Cecilia Todesca (no mencionó a Cristina Kirchner). “No improvisamos y pedimos ese tiempo porque nos hemos encontrado con deudas impagas en todos los sectores de la administración”.
“Trabajo – explicó – para tratar de tranquilizar la economía, ordenando las cuentas públicas y ajustando sobre los que más tienen, no en la gente en general”.
De muy buen humor, con el “sí fácil” para hablar y revelar aspectos de su intimidad familiar, Alberto demostró ejercer en plenitud el Ejecutivo. Mencionó que uno de los males argentinos es “la inflación autoconstruida”. Trató de evitar los reproches, sin dejar de hacer notar que tiene guardado el látigo contra los que persistan con “las ganancias desmedidas” a través de “las remarcaciones”.
El estado dispone de herramientas de control, advirtió. Subrayó su preocupación por los jubilados con la mínima y los que están bajo la línea de pobreza. Avisó que podría echar mano a la Ley de Góndolas, que ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados.
Fue impiadoso con “el bodrio” y “las mentiras” que dejó Mauricio Macri. Y aclaró: “Me hago cargo del bodrio, no me quejo, solo quiero que entiendan las dificultades que dejó”. Las enumeró.
Entre los anuncios registrados por Humanidad figuran: 1) aumento mínimo por decreto para el sector privado en la primera semana de enero, sin frenar paritarias por etapas; 2) lo que más condiciona es el peso de la deuda externa; 3) su ubicación será siempre al lado del trabajador; 4) continuará (para proteger la producción nacional) el cepo dejado por Macri, después de que “se fueran 70 mil millones de dólares”; 5) no habrá lluvia de inversiones, pero irán llegando paulatinamente, mientras el gobierno genere confianza; 6) se contemplarán más aumentos a las retenciones a la actividades mineras, aunque reconoció que es un tema complejo; 7) su objetivo es que los sueldos no se depriman y de ser posible logren ganarle a la inflación y 8) el aborto es un tema de salud pública y su “debate sensato” se impulsará en 2020 por la vía parlamentaria.


0 comments on “La jefatura de Alberto”