Consecuencias de la pandemia sobre la política internacional

El politólogo argentino Andrés Malamud, residente en Portugal, escribió, a través de twitter, algunas reflexiones a tener en cuenta acerca del virus del coronavirus. Las sintetizó en 10 puntos que Humanidad reproduce a continuación:

Fortalecerá al Estado-Nación en detrimento de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG), las corporaciones multinacionales, el terrorismo transnacional y los mercados globales.
Debilitará a la globalización tal como la conocemos, pero no terminará con ella: la segmentará (“desacople”).
Perjudicará a China – no, perdón, beneficiará a China. Ocultar información estuvo mal, pero la eficiencia demostrada luego y la ayuda internacional a otros países potencian el soft power de Beijing.
Perjudicará a Estados Unidos. El unilateralismo y la rapiña de Trump, intentando monopolizar el acceso a la futura vacuna, rompen lazos con sus aliados y le abren las puertas a China.
Requerirá más coordinación regional mientras, en el corto plazo, la inhibe. La respuesta europea, la región más integrada del mundo, fue un sálvese quien pueda.
Destrozará la economía mundial, que sufrirá una brutal recesión. Por supuesto, y como siempre, habrá recuperación después de la crisis, pero antes dunga dunga.
Perjudicará al cambio climático, o sea, beneficiará la sustentabilidad ambiental. Por un rato.
Promoverá la desmercantilización de algunos ámbitos de la vida social, como la salud, aunque después de la crisis el mundo vuelva a la “normalidad”.
Erosionará al populismo: líderes fuertes como Trump, AMLO y Bolsonaro pueden ser efectivos para tomar decisiones, pero no para implementarlas. Estado mata galán.
Favorecerá la cooperación científica al demostrar cuánto dependemos de ella. Éste es un buen momento para derrochar oprobio en creacionistas, homeópatas y antivacunas: sus disparates cuestan vidas.