Tras la renuncia, hace 3 semanas, de la embajadora designada ante la Federación Rusa, Alicia Castro, la vicepresidenta Cristina Kirchner, recibió ayer en su despacho del Congreso al representante del gobierno de Vladimir Putin, en una reunión en la que también estuvo presente el titular de la comisión de Relaciones Exteriores y Culto del Senado, Jorge Taiana. Llamativamente, fue el visitante Dmitry Feoktistov, quien informó que la reunión se realizó con motivo del «décimo aniversario del fallecimiento del Presidente Néstor Kirchner».
El encuentro llamó la atención por el momento crítico en que se celebró: Cristina no sólo se ausentó a los homenajes a su difunto esposo el martes (el principal encabezado por el presidente Alberto Fernández en el CCK), sino que antes difundió una explosiva carta, en las que expuso certezas y críticas hacia adentro y fuera y, además, propuso un acuerdo con políticos, empresarios, medios y organizaciones sociales.
Justo ayer, también se produjo el desalojo de los terrenos usurpados en Guernica y se resolvió por la vía judicial el tema de la familia Etchevehere, en Entre Ríos, con el desalojo de los ocupantes y la detención temporaria de Dolores, hermana de Luis, exministro de Mauricio Macri. En este caso, quien quedó desairado fue el dirigente social Juan Grabois, con llegada al papa Francisco.
No hubo información detallada, pero fuentes consultadas por Humanidad, señalaron que se conversó sobre la situación interna de la Argentina, su encuadramiento internacional y la posición frente a Venezuela, que motivó el portazo de la exsindicalista Alicia Castro, por el alineamiento de la Cancillería con una condena de la ONU por violaciones a los derechos humanos al país chavista.
En las últimas horas sorprendieron, además, por varios motivos declaraciones de «Lilita» Carrió. Aún «jubilada», la líder de la Coalición Cívica, dijo que «defenderá» al presidente Alberto Fernández, y despectivamente llamó «Madura» a Cristina Kirchner, en obvia comparación con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, del que Rusia es un firme sostén frente a los embates del Grupo de Lima y las presiones de Estados Unidos.
Algunos medios señalaron con extrañeza que el embajador Feoktistov haya elegido ir al Congreso y no a la Rosada para verse con el presidente Alberto Fernández y el ministro Felipe Solá. Argentina se encuentra en medio de una tormenta política económica y social y debe tomar importantes definiciones con el Fondo Monetario Internacional, a raíz de la voluminosa deuda heredada de la gestión de Cambiemos.
Humanidad 
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