“La pelota es nuestra… y el partido lo tenemos que ganar”, animó este lunes el secretario general de la UOM, Antonio Caló, al presidente Alberto Fernández, durante el lanzamiento de un proyecto de ley para apoyar el crecimiento de empresas de origen nacional en sectores estratégicos. Fue apenas unas horas después del “cachetazo” que recibió el domingo en las PASO el Gobierno del Frente de Todos y en los aprestos – plagados de acechanzas e incertidumbres -, para las legislativas de medio término del 14 de noviembre.
Fuera del estrado, se confió a Humanidad, Alberto coincidió con el dirigente metalúrgico que “no se tocará” al ministro de Economía, Martín Guzmán, en vísperas no solo de anuncios para el mercado doméstico, sino en el tramo final de la renegociación del pago de la deuda externa con el FMI. La inamovilidad del discípulo del Nobel Joseph Stiglitz – cuestionado, según versiones periodísticas, por la vice Cristina Kirchner y el gobernador Axel Kicillof -, no contemplaría la de otros colaboradores de esa área. Por ejemplo, una de las apuntadas es la Secretaria de Comercio, Paula Español, dada las dificultades para controlar la inflación que, el mes pasado, descendió al 2.5 %.
Los voceros consultados por este portal, dijeron que el Presidente se mostró disconforme por la falta de respaldo explícito de la CGT en esta circunstancia de derrota electoral . en la que está decidido – dijeron -, a ratificar un rumbo de trabajo y producción en contra de los que proponen un modelo neoliberal.
Caló, poco propenso a hablar con la prensa, se siente muy cómodo con el andar “moderado” de Alberto. Le avisó que si él lo resuelve, acompañará todas sus decisiones de cambios en el gabinete, si considera que son necesarias para darle mayor mayor envergadura en la pelea contra “los especuladores financieros”. No hubo menciones expresas, pero se criticó la actitud de encerrarse en sus caparazones – como si fuesen caracoles -, de varios funcionarios que no se hacen cargo de salir a defender cuestiones puntuales.
De colocarse hitos de endurecimiento en el camino, no extrañaría el ascenso del exjefe de gabinete Aníbal Fernández y una ofensiva para dar por concluido el mandato interino del procurador general de la Nación, Eduardo Casal y e insistir con el nombramiento de Daniel Rafecas, propuesto por el Ejecutivo.
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