Alguien – en este caso del Instituto Patria -, conjetura que el ministro Martín Guzmán, quien estudio en Columbia, es a Máximo, el hijo de Cristina, lo que Roberto Lavagna fue a Néstor Kirchner. Estuvo a su lado cuando el extinto expresidente estudiaba economía hasta lograr desbancar desbancar al heredero comisionado por Eduardo Duhalde para negociar la voluminosa deuda externa, durante su mandato, hasta el 2005.
Cuando se presumía la inminencia de un estallido en el gobernante Frente de Todos (preanunciado por el gurú ecuatoriano Jaime Durán Barba) hubo varios indicios de aplacamiento en las últimas horas. La apreciación justa la dio el albertista ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis: «Tenemos enfrente a una derecha sin escrúpulos…gente que está a la derecha de (Donald) Trump…no podemos dejar a nuestra gente a la intemperie. No pueden volver».
Veamos algunos indicios:
.-Guzmán se embarró hoy. Recorrió Almirante Brown, en el conurbano, junto al ministro Juan Zabaleta. Prometió a Emilio Pérsico, Gildo Onorato y Daniel Menéndez de los movimientos sociales y de la economía popular (que preparan un nuevo apoyo al Presidente Fernández) avanzar en la creación del «impuesto a la renta inesperada», para lograr una mejor redistribución de la riqueza y mejorar los ingresos de los más desamparados y desocupados.
-Anoche, el canciller Santiago Cafiero, tras llamar «arrastrado» al expresidente Mauricio Macri, certificó que las segundas líneas de Alberto y Cristina están debatiendo «las herramientas más efectivas» para que «los salarios le ganen a los precios». En su criterio, la oposición está azuzando el conflicto interno en el Gobierno.

–Máximo Kirchner, en Lanús, aseguró que su intención no es «correr por izquierda» al presidente Fernández. Al contrario, aplaudió algunas medidas de «alivio al bolsillo de los miles de argentinos» (salario mínimo, Ganancias e IFE). Con su «verdad relativa», empero, golpeó a Guzmán; «Dice que no tiene apoyo político. ¡Tenes el apoyo del FMI, de las centrales sindicales, de los movimientos sociales y de Clarín!…pone el ojo donde hay que ponerlo: en los formadores de precios, en las importaciones y las exportaciones. Hay que mejorar la micro, nadie pide locuras. Se que gobernar no es soplar y hacer botellas».
«Somos peronistas, lo que está pasando con los alimentos y la vestimenta nos pega en la línea de flotación, pero no hay que perder de vista el camino recorrido y no hay que sobrealarmarse», mensajeó Alberto en dirección de Cristina y Máximo. Agustín Rossi, luego de su foto con Florencio Randazzo, increpó a Daniel Tognetti preguntando si le parecía mal que la Vicepresidente hablase con Martín Redrado o el ministro Wado de Pedro se fotografie con el sindicalista gastronómico Luis Barrionuevo.
Una lectura fina destapa enseaguida las críticas de fondo hechas por Cristina a la administración del Ejecutivo. Ejecutivo que, paradójicamente, ella integra con «un liderazgo debilitado, pero no débil», según la expresión del historiador alfonsinita Pablo Gerchunoff, casi conforme con el proceder de Alberto y Guzmán.
Hay variables en estudio, cuya definición urge. La pandemia nunca se fue. La guerra entre Rusia y Ucrania puso de cabeza al mundo – Estados Unidos negocia incluso con el régimen chavista al que Trump quería derrocar -, y la Argentina quiere sacar provecho de sus riquezas exportadoras: agroindustriales, gas natural licuado, biotecnología, trigo y soja resistentes a la sequía, hidrógeno verde, la industrialización del litio y el desarrollo minero, con controles ambientales responsables.
.
0 comments on “Procuran juntar a Alberto con Cristina, detrás de «las herramientas más efectivas»”