Por Carl Sagan
Me gustaría creer que cuando muera seguiré viviendo, que alguna parte de mí continuará pensando, sintiendo y recordando.
Sin embargo, a pesar de de lo muchos que quisiera creerlo y de las antiguas tradiciones culturales de de todo el mundo que afirman la existencia de otra vida, nada me indica que tal aseveración puede ser algo más que un anhelo…
El mundo es tan exquisito, posee tanto amor y tal hondura moral, que no hay motivos para engañarnos con bellas historias respaldadas por escasas evidencias.
Me parce mucho mejor mirar cara a cara a la Muerte en nuestra vulnerabilidad y agradecer cada día las oportunidades breves y magníficas que brinda la vida.
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