Bonapartismo cantado

Por Luciano Ronzoni Guzmán (El Diario del Mar)

El conflicto ya no es latente, ni vedado: explotó como bomba vietnamita en lo que hasta hace unos meses era una solariega y plácida gestión en Pinamar, a juzgar por las imágenes de instagram.

Es que hoy Martín Yeza, ya no es candidato a la reelección. Entonces, el realismo político exige que cada precandidato a sucederlo sea un depredador que se lanza sobre su presa porqué, como siempre, en ese terreno de lucha por el poder «no hay amigos, ni enemigos permanentes, solo intereses».

Como reconocen por lo bajo actores políticos principales de la zona, «lo que no se dice no es, y lo que se calla se otorga». Por lo tanto, la bronca no se puede tapar. EL DIARIO DEL MAR viene publicando (quizá el único medio) una serie de notas sobre la evolución de la situación política en Pinamar, dando cuenta de como esto venía in crescendo, al punto de dar la noticia de que Ventoso se presenta (siendo funcionaro) como un opositor total a la gestion de Yeza y que, aunque lo quieren echar no se va ir de la gestión, porque sabe que irse expulsado le sube el precio a futuro y que el renunciamiento histórico es más barato para Yeza. «Si me quieren echar, que lo blanqueen y que les duela», parecer ser el meta mensaje que nadie dice pero piensan.

Este conflicto parece más curioso al darse en un escenario donde nada indica que Juntos para el Cambio vaya a perder las próximas elecciones en Pinamar y que entre Ibarguren o Ventoso, según quien gane la interna, estará el nuevo intendente. Parecería todo sonar más a escopetazos en el pie, que a otra cosa.

A todo esto, aparece la figura de la concejal Alejandra Apolonio, mujer fuerte, del riñón de Patricia Bullrich, que asume la intendencia para oficiar de árbitro del conflicto, en un bonapartismo que la ubica por encima de las contradicciones -es decir por encima de los enfrentamientos internos -, y que es algo que le amplia su base de sustentación política.

No fue casual que su voz haya resonado fuerte en la reunión donde Yeza juntó a todos los precandidatos y anunció a Ibarguren. Apolonio, pidió los números que sustentaban esa decisión. Aparentemente, a ella los números le daban bien (como sorpresivamente o no parecen darle a Bullrich en muchos lugares de la Provincia) No los hubo, la decisión fue del jefe político local y fin de la discusión. 

Lo mismo, la llegada de Alejo Yeza al primer lugar de la lista, especulación y estrategia política. «Me voy pero no me voy», calcado de los intendentes peronistas que muchas veces se denostan por estas prácticas pero que son políticamente justificables. Tanto para ellos como para Yeza.

Apolonio, con su estrategia bonapartista, será árbitro de este no amistoso enfrentamiento interno que se agrava con el cerco informativo que se cierne sobre la comunicación social municipal (Ventoso dixit). La centralización suele hacer que la realidad se imponga ante los vecinos y que la verdad se escurra y derrame de cualquier manera, al no sostenerse el monopolio informativo público privado establecido.