Por Jorge Liotti (La Nación)
La estrategia electoral de Javier Milei tiene una dinámica bastante particular, como quedó en evidencia este jueves. Su hermana Karina, junto con el armador Carlos Kikuchi, reunió en absoluto hermetismo en Puerto Madero a un grupo de candidatos de las provincias, el primer encuentro post PASO de una agrupación en la que las convocatorias grupales escasean. Les pidieron a todos que no dijeran una palaba de lo conversado y reclamaron verticalismo en la comunicación. Lo llamativo fue que Milei no pasara ni a saludar, mucho más teniendo en cuenta que no conoce a varios de ellos. Es curioso el desinterés por saber quiénes lo representan en el país.
Ese mismo día, pero a la noche, los principales candidatos territoriales, Ramiro Marra y Carolina Píparo, se juntaron con otro grupo de postulantes a legisladores nacionales y armadores, entre los que estuvieron Oscar Zago, Marcela Pagano, Alberto Benegas Lynch y Sebastián Pareja. Ninguno de ellos había estado en la reunión vespertina. Como si fueran dos ligas separadas. Tampoco fue Milei. “Es cierto que Javier no tiene contacto diario con muchos de ellos y que no se mete de lleno en el armado electoral”, reconocen en su entorno. Puede dar fe de ello Eduardo Varela, candidato a intendente de Merlo con ciertas chances, quien en la reciente caravana de Milei por su distrito lo subieron al vehículo en el que se trasladaba el candidato presidencial y cuando al bajar le preguntaron cómo le fue, respondió: «No me dirigió la palabra».
Está claro que al líder libertario le interesa mucho más el trabajo que en reserva viene desarrollando Nicolás Posse para el armado de los equipos técnicos, el prototipo de lo que imagina el futuro gobierno. Su idea es que algunos se dedican a los medios y la campaña, y por otro andarivel se preparan los que realmente estarían en la administración. Posse está destinado a ser una figura clave de la gestión, como Guillermo Francos (quien demoró diez días su regreso al país) apunta a serlo en la articulación política. En el plano económico se asume internamente que Milei está más cerca de las ideas de Emilio Ocampo en materia de dolarización que del tridente Roque Fernández-Carlos Rodríguez-Darío Epstein. “Es quien está haciendo el trabajo más ordenado con ese plan. Por eso no sale en la televisión”, esgrimen en el campamento violeta. No se trata solo de una cuestión de nombres, sino de política monetaria. Ocampo es el más asertivo con el plan dolarizador; sus colegas son más cautos. Todos ellos prefieren hablar de “libre circulación de monedas”, un concepto que en los hechos no se aleja tanto del bimonetarismo de Carlos Melconian. De hecho hasta el año pasado estuvieron en contacto con Horacio Liendo, arquitecto legal de la convertibilidad y ahora también del concepto de bimonetarismo, quien llegó a hablar con Ocampo y hasta con el propio Milei.

Cuando los libertarios dicen que tienen hasta cinco planes para dolarizar, no solo piensan en la viabilidad política, sino también en las señales judiciales. La Corte Suprema ya hizo saber que una cosa es permitir el curso legal de más de una moneda, que se puede hacer por ley, y otra muy distinta es eliminar el peso y reemplazarlo por otra divisa, porque se contrapone con la letra de la Constitución. El frente judicial está llamado a cobrar un notable relieve en un eventual gobierno de Milei. Y los jueces se están preparando para eso. “En la nueva etapa vamos a tener la oportunidad de demostrar la importancia de una justicia independiente que ejerza un rol rector en el cumplimiento de las leyes”, sintetizó un importante magistrado. En una primera instancia, la mira está puesta en el fuero Contencioso Administrativo, donde podrían ir a parar los recursos que se puedan generar por aumentos de tarifas, quita de subsidios, reducción de planta y otras medidas en carpeta. En la Corte son cautelosos. “No vemos a un tribunal queriendo ser protagonista, pero tampoco eludiendo responsabilidades”, sostienen.
Mientras discurre la campaña y organiza su entorno para gobernar, Milei también encara un período muy especial a nivel personal. Su camino hacia el judaísmo ya es un proceso en consolidación, que está espejado en su distanciamiento del cristianismo (las renovadas críticas al Papa en su entrevista con Tucker Carlson respondieron a su enojo por la misa y los cuestionamientos de los curas villeros). Pero esa transformación no solo tiene una interpretación religiosa; también refleja una búsqueda de cierta armonía y equilibrio personal. Cerca suyo admiten que está en la senda de un mayor autocontrol para su emocionalidad desbordante y que lo ven muy cambiado desde que está en pareja. Si se observa el video del viernes, donde recorre Olavarría enrojecido de euforia gritando “tiembla la casta” y exhibiendo una motosierra en funcionamiento, podría deducirse que el camino va a ser complejo. Como si se tratara de una metáfora política, en el instructivo técnico de esas máquinas se aclara: “A pesar de los dispositivos de seguridad y la ropa de protección, el uso de la motosierra puede provocar lesiones, debido a las grandes fuerzas que se ejercen en el trabajo, a la cadena rápida y afilada, o a la vibración y el ruido de la maquinaria”. Una advertencia casual para “el loco”, como le dicen sus viejos amigos con afecto.
- Imagen destacada: El aspirante presidencial Milei, de La Libertad Avanza, carga una motosierra durante un mitin de campaña en La Plata, Argentina, el martes 12 de septiembre de 2023. (AP Foto/Natacha Pisarenko)
- El link con la nota completa: https://www.lanacion.com.ar/politica/el-intrepido-piromaniaco-y-el-loco-de-la-motosierra-nid16092023/


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