Lo que le costó a Diego Leuco «darse todos los gustos» en Dubai

El periodista Diego Leuco expresó su angustia por unas insólitas vacaciones de hace un año y medio en Dubai, donde – según el relato del diario La Nación -, «se fue a dar todos los gustos», incluso alquilando una Ferrari. Después sufrió las consecuencias, nada agradables y bastante vergonzosas, dada la situación de pobreza que vive más del 40% de la población argentina.

Contó el matutino deslizando la palabra «estafa»: «Unas vacaciones, me fui a Dubai y dije: ‘Me voy a dar todos los gustos’”, relató Leuco, en Antes que nadie (Luzu TV). Y detalló el sueño que le quedaba por cumplir y pretendía hacer realidad en Emiratos Árabes Unidos. “Estaba obsesionado con que, alguna vez en mi vida, quería manejar una Ferrari”.

El periodista continuó: “Eran caras. Hasta que un momento, caminando por las calles de Dubai, me encuentro una Ferrari estacionada en la puerta de un shopping”. Así, Leuco relató que consultó al hombre para alquilar el auto. “Le di mi pasaporte, yo pensando que iba a anotar unos datos. Pero lo guardó en el cajón. ¿Cómo podía dejar mi pasaporte a un señor que no conozco? Estoy loco. Pero di media vuelta y me subí a la Ferrari”,

«El conductor revisó, a petición del empleado, el auto, para confirmar que no hubiera ningún daño en el vehículo. “No tenía nada. Al otro día, la voy a devolver. El tipo mandó a un flaco que no era él y la revisa, volvió así [hizo un gesto de negación] y me dijo que estaba rayada”, consignó el texto del diario.

Y prosiguió: “¿Sabés cómo la cuidé? Era como abajo del chasis, una parte que va contra el suelo, que obviamente está rayado. El tipo tenía el video mío revisando la Ferrari y una foto mía justo pasando por ese lugar”. Entonces, Leuco advirtió la alarmante cifra que le pidieron por el presunto daño ocasionado».

“Dos mil dólares me decía. En un momento de enojo, le dije que no y le pegué a la mesa, y se rompió un pedacito. Me dijo que iba a llamar a la Policía y yo me puse a llorar ahí. Le dije: ‘Es mucho dinero en mi país’. Pero el llanto no le generó nada”, continuó.

Según la crónica: “El llanto no le generó nada”, apuntó el periodista, en medio de su relato de la estafa tras alquilar un auto. Y contó el acuerdo al que llegó: “Arreglé pagar mil dólares. Lo pagué con tarjeta y me devolvió el pasaporte. Cuando llegué a la Argentina, llamé al banco, conté la estafa y dije que desconocía la compra”.

La nota terminó así; «Pero, posteriormente, llegó la sorpresa para el conductor: “A los cuatro meses, me llegó una carta en árabe y al banco, también. Lejos de haber hecho un negocio con la tarjeta, perdí, porque hasta que tuve que pagar, en la Argentina subió todo un montón y lo pagué mucho más caro”.