La obra «𝗘𝘀𝘁𝗼𝘆 𝗺𝘂𝗲𝗿𝘁𝗼», de Clorindo Testa (1913-2023), 𝗲𝘅𝗵𝗶𝗯𝗶𝗱𝗮 𝗮 𝗺𝗼𝗱𝗼 𝗱𝗲 𝗵𝗼𝗺𝗲𝗻𝗮𝗷𝗲 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗵𝗮𝗹𝗹 𝗰𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮𝗹 𝗱𝗲𝗹 𝗠𝘂𝘀𝗲𝗼 Nacional de Bellas Artes, pertenece a la serie “Gritos y pensamientos”, de 1994, en la que pintó un autorretrato en cada estación del año.
Con la actitud irónica e irreverente que caracterizó parte de su producción, en este conjunto de piezas 𝗲𝘀𝗰𝗿𝗶𝗯𝗲 𝘀𝗼𝗯𝗿𝗲 𝗲𝗹 𝗱𝗶𝗯𝘂𝗷𝗼 𝗱𝗲 𝘀𝘂 𝗰𝗮𝗯𝗲𝘇𝗮 𝗳𝗿𝗮𝘀𝗲𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝘂𝗴𝗶𝗲𝗿𝗲𝗻 𝗽𝗲𝗻𝘀𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝗮𝗹𝗲𝗮𝘁𝗼𝗿𝗶𝗼𝘀: “estoy contento”, “estoy triste”, “estoy vivo”, “estoy muerto”.
Testa dejó su impronta en el 𝗱𝗶𝘀𝗲𝗻̃𝗼 𝗱𝗲 𝗲𝗱𝗶𝗳𝗶𝗰𝗶𝗼𝘀 𝗲𝗺𝗯𝗹𝗲𝗺𝗮́𝘁𝗶𝗰𝗼𝘀, como la Biblioteca Nacional, además del Instituto Di Tella y el Centro Cultural Recoleta, dos de las instituciones que nuclearon la vanguardia en las décadas de 1960 y 1980, respectivamente.
Una y otra vez, recurrió a la figura de la peste para señalar los peligros ambientales, sociales y políticos que amenazan a la humanidad. Esta preocupación también signó su labor de arquitecto y urbanista.
Humanidad 
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