«La derecha le afanó los trapos a la izquierda», afirmó el profesor Forte

Una crisis de representación política e institucional, más una inflación galopante con más de 50% de pobres, explica para Miguel Angel Forte, profesor de sociología en la UBA y Flacso, el ascenso en la Argentina del libertario Javier Milei, al que ubicó como «el eslabón de una cadena mayor – que puede ser circunstancial – para un proyecto más grande, donde están los malos de la película: (Marcos) Galperín, (Eduardo) Elsztain y Elon Musk».

Dijo que la derecha fue haciendo «un trabajo de zapa y no hubo resistencia en la tibieza del progresismo donde nos hemos arrojado todos», en una larga entrevista concedida a la revista Ruda, reproducida por el portal platense capital.24.

Divulgador de Marx y Byung Chul Han y reivindicador de las ideas del intelectual alfonsinista Juan Carlos Portantiero, señaló que desde 1983 los argentinos «hemos queddo como atrapados en la seguridad de la sociedad democrática…y aprovechamos la circunstancia para progresar individualmente. Ahora – admitió -, estamos amenazados, incluso en el Conicet».

Indicó que dirigentes de izquierda como Myriam Bregman o Christian Castillo pueden hacer discursos formidables en el Congreso, pero solo consiguen el 2,5% de los votos. «El liberalismo – contrapuso – trabaja sobre el sentido común: por ejemplo: tira y trabaja sobre ´van a ganar dólares´ y al argentino eso le genera una expectativa».

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En su criterio, la izquierda no terminó de conformar «un gran espacio socialdemocrático, comprensible, abarcativo y generoso en las alianzas».

Hablo de la influencia de los sindicatos y de la «gran precarización laboral» que llevó adelante el capitalismo, logrando «suplir la revolución por el narcisismo y la depresión».

Explicó que en la actualidad la rebeldía de derecha se ha vuelto «un poco una tendencia mundial», que acepta a la izquierda en las reivindicacions del neoliberalismo. «Es como que nos afanaron los trapos», graficó.

Su analisis ahondó en cuestiones históricas y sociológicas. Estimó por caso que «el antiperonismo visceral, es un antiperonismo que lo que ataca del peronismo no es el componente autoritario o facho que pueda tener, sino la expansión de derechos logrados». Por Evita, por ejemplo.

No descuidó el panorama político y social planetario y cuestionó a Milei. Indicó que una tarea fundamental «es poder tratar de poner barreras a este avance de la derecha tan fuerte…que vamos a sufrir bastante, por la correlación de fuerzas».

«Además – acotó -, nos pegan justo en los centros de cultura, que es una cosa que nosotros le damos y bastante».

Con orígenes en el PCR (Partido Comunistra Revolucionario), Forte destacó la capacidad de «estadista iniguable» de Juan Domingo Perón: «Tenía un discurso – expresó -, que llegaba a la clase trabajadora y al laburante, sin tener que andar tirando lecciones académicas constantemente».

Vinculó a Perón con Gramsci al abordar la cuestión de la «hegemonía». Expuso: «El peronismo fue como un límite, ´si vos atacás, te pasás para otro lado´. Podés hacerlo con la mejor intención, muy por izquierda, pero no, quedás pegado a otra cosa. Esto es lo que significa cuando Perón dice ´peronistas somos todos´».