Por Nino Ramella
Este tipo dice que los inmigrantes no son personas (¿?) También dice que si no sale elegido él va a haber un baño de sangre en su país.
Pero eso no es lo peor…ya que locos han habido – y seguramente habrá -, siempre. Lo que es muy difícil de descubrir es cuál es el fenómeno que hace que en el mundo las opciones por las que se vuelca la mayoría están representadas por desquiciados. Es decir…el desafío es desentrañar qué mecanismos producen que masivamente la gente siga el liderazgo de las alternativas más extravagantes e irracionales.
Y no me alcanza el remanido argumento de que los anteriores fueron peores. Si quienes asumen los gobiernos lo hacen democráticamente, pues los barquinazos son de los electores, no de los elegidos.
Y si bien en términos generales los ejemplos se alinean con ideologías de extrema derecha no sería justo adjudicarles exclusividad. Los gérmenes del disparate parecieran haber inoculado a la humanidad.
Si hasta las certezas hasta ayer indiscutidas hoy se han vuelto dilemas. La democracia es el gobierno de las mayorías. Pues frente a los delirios legítimamente constituidos surgen inevitables interrogantes.
Si esta ola de demencia no pasa pronto, no quedará otra alternativa que disfrutar irresponsablemente de la locura o refugiarse en lo que nos de placer.
O tal vez plantearse qué están haciendo tan mal las llamadas democracias…para que esto desemboque en populismos autoritarios que no van a velar por los que menos tienen..y se dan cuenta, cuando se ha sido muy claro, al día siguiente casi de haberlo elegido -pienos p.e. en Milei-