A la Argentina le surgió un problema inesperado con los Estados Unidos, que sólo la diplomacia personal, abierta y aceitada que se mantiene entre Javie Milei y Donald Trump, podríá destrabar, señaló Carlos Burgeño, en MDZ.
El Republicano que asumirá el 20 de enero confirmó que el polémico Mauricio Claver Carone, extitular del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), como el representante de su país en la región.
La situación es particularmente frágil con la Argentina, ya que fue este pa ísel que en su momento trabajó en varias oportunidades para que sea eyectado del sillón de conducción de la entidad financiera; hecho que finalmente se logró a instancias de la presión de una persona en particular: el representante del país en el directorio del BID, el ahora jefe de Gabinete Guillermo Francos, quien con el tiempo realizó además declaraciones particularmente lapidarias contra Claver Carone y su manera de conducción.
Se verá ahora si el próximo enviado especial para Latinoamérica, quien estuvo en el BID entre octubre del 2020 hasta septiembre de 2022, es o no rencoroso. Lo cierto es que hasta que este dato no se dilucide, Francos no podrá estar en las delegaciones negociadoras.
Hay un dato que seguramente el cubano-norteamericano debe recordar. El 4 de agosto del 2022, en su primer día de gestión como superministro de Economía del gobierno de Alberto Fernández, Sergio Massa mantuvo un encuentro virtual con Claver Carone, llevándole el mensaje de que, en la nueva gestión, todas las diferencias estaban olvidadas, que había que rehacer las relaciones bilaterales entre el país y la entidad financiera.
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La Nación, en su portada digital, se hace eco esta mañana de manifestaciones del exjefe del BID a radio Mitre: Carone habló de “pandilla” y aseguró que no le extraña la buena relación que sostiene Alberto con el venezolano Nicolás Maduro.
Carone aceptó el convite, y destrabó un préstamo por unos US$800 millones que tenía encajonado por sus diferencias con el anterior ministro de Economía, Martín Guzmán, y el propio Alberto Fernández. El presidente argentino le había pedido a los países participantes de la Cumbre de las Américas en Los Ángeles, realizada entre el 6 y el 10 de junio del 2022, que vetaran la presencia del norteamericano al frente del BID, y que esa silla pasase a ser ocupada por un latinoamericano, según la tradición de la entidad.
Ese pedido del argentino no tuvo eco en sus pares de la región, y Claver Carone permaneció al frente de la entidad. Y en ese tiempo pasó a la acción. El hombre designado por Trump trabó desde la embestida de Alberto todas las líneas activas de la entidad con Argentina, frenando créditos por unos US$800 millones, ya activados con el país.
Desde el primer momento de su asunción como presidente del BID, Claver Carone, pidió especialmente en reuniones privadas con economistas argentinos que integran la entidad, y que forman parte de sus cuadros técnicos más altos y calificados, que continasen en sus cargos pese a la embestida del Gobierno nacional.
En ese encuentro les dijo que contaba con ellos, que la idea era profundizar la ayuda sobre la base del trabajo que ellos habían hecho hasta el momento. Y, para el caso argentino, prometió apoyo para nuevos créditos y respaldo para las negociaciones con el FMI que derivaron en el Facilidades Extendidas vigente.
Diplomático, Claver Carone, incluso, ponderó cada vez que pudo el proceso de reestructuración de deuda que comandó Guzmán en agosto de 2020, y pronosticó futuros positivos para el país, pese a su crisis crónica. Claver Carone había llegado al BID disputando el cargo contra el argentino Gustavo Béliz.


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