Argentina Historia

Por ser negro, al autor musical de la Marcha de San Lorenzo lo enterraron como NN en Rosario

Mila Kobryn recreó la historia del músico uruguayo Cayetano Silva, afrodescendiente. Recaló en Rosario, donde dirigió la banda del Regimiento de Infantería 7. Recién en 1997 sus restos fueron enterrados con honores en Venado Tuerto. Su vínculo con Riccheri.

Por Mila Kobryn (La Capital de Rosario).

Cayetano Alberto Silva nació en Uruguay pero vivió muchos años en Rosario. Fue músico, maestro y compuso, entre tantas obras, la inolvidable Marcha de San Lorenzo (en alusión al Combate del 3 de febrero de 1813, bautismo de fuego de los Granaderos del General José de San Martín)Murió pobre y, a pesar de trabajar para la Policía de Santa Fe, no le permitieron su lugar en el panteón del cementerio El Salvador por ser afrodescendiente.

Silva nació en San Carlos (o en Montevideo, dicen otras fuentes), una pequeña localidad de Uruguay, el 7 de agosto de 1868. La historiadora Alejandra García, quien reconstruyó su biografía, señaló que la fecha de nacimiento del músico y compositor varía según los documentos y en algunas oportunidades el año registrado es 1873.

Su madre, Natalia Silva, fue esclava en la hacienda de los Silva hasta 1842, cuando el gobierno uruguayo abolió la esclavitud. A pesar de la legislación, la mujer no dejó la estancia de sus antiguos amos y continuó como sirvienta, trabajando para el linaje que le dio el apellido a ella, y años después, a su hijo.

La vida de Cayetano tendría que haber sido algo muy distinto de lo que fue. Su piel morena y sus raíces eran evidentes, por lo que, lo más probable, era que siguiera los pasos de su madre y continuara el trabajo en la estancia de la familia Silva apenas tuviera edad para hacerlo. Sin embargo, fue cobijado por una integrante de la familia del patrón: María Jacinta Silva Herrera, quien vio en él una joven promesa.

Bajo su ala, Cayetano accedió a educación y empezó a tocar varios instrumentos, entre ellos el pistón y el violín. Pudo viajar, conocer Europa, aprender varios idiomas. En los primeros años de la década de 1890, de regreso al Río de la Plata, recorrió los teatros de Buenos Aires y, al poco tiempo, desembarcó en Rosario. En 1894 se enamoró y se casó con Filomena Santanelli, con quien tuvo ocho hijos.

La Marcha de San Lorenzo, un segundo Himno

En la ciudad, intentó vivir de la música. Uruguayo y afrodescendiente, su talento le valió la designación como capitán a cargo de la banda del Regimiento 7 de Infantería de Rosario. Fue uno de los tantos acercamientos laborales que Cayetano tuvo con el universo castrense, que le permitió una salida laboral rápida y lo mantuvo cerca del arte.

Fuera del cuartel compuso para distintas obras de teatro. Estuvo detrás de algunas de las producciones del reconocido dramaturgo y compatriota suyo, Florencio Sánchez.

El destino lo llevó a vivir a distintas ciudades y localidades del interior. Durante tres años residió junto a su familia en la localidad santaafesina de  Venado Tuerto. Allí, en 1901, le compuso una marcha a Pablo Riccheri, quien en ese momento era ministro de Guerra bajo la presidencia de Julio Argentino Roca, qien fue, además, impulsor del servicio militar obligatorio en Argentina.

La primera década del siglo XX fue buena para Cayetano. Compuso marchas pero también vals, minuets, música para teatro y hasta tangos. Estos años contrastaron con los que vinieron después, cuando su vida profesional se fue a pique y Silva se volvió errático. Su obra más emblemática, la Marcha de San Lorenzo, la vendió por pocos pesos en Buenos Aires, cuando todavía no existían los derechos de autor.

La década de 1910, la última de la vida de Cayetano, fue difícil. El trabajo estuvo plagado de obstáculos, abandonó la casa familiar y tuvo que recurrir, una vez más, al amparo del Ejército para poder ganar una moneda. Pero lo cierto es que el clima en el cuartel había aumentado en hostilidad. Como si fuera poco, su cuerpo se fue debilitando por una diabetes que lo aquejaba y se entregó a la bebida.

Como señaló la historiadora García, a pesar de su debilidad y de su sentimiento de derrota, compuso una última pieza musical en 1918 para el autor rosarino Aurelio Flores, cuya obra se estrenó en el Teatro de la Ópera de Rosario en agosto de ese año.

A pesar de sufrir varias internaciones por su delicado estado de salud, Silva no trató su enfermedad. Agobiado, pobre y decepcionado con un mundo que no lo reconoció lo suficiente, murió el 12 de enero de 1920 a los 51 años.

Sus últimos años en la Policía de Santa Fe no le permitieron acceder a un lugar en el Panteón de Policía del cementerio El Salvador, por lo que fue sepultado en una tumba sin nombre. Recién en 1997 sus restos fueron exhumados y trasladados el cementerio municipal de Venado Tuerto, donde tuvo su tan esperado reconocimiento. Febo asoma, ya sus rayos iluminan el histórico covento.

Pasado y presente

El 14 de enero de 1946 por Decreto 2820/467, firmado por el Presidente de la Nación, en esa época General Edelmiro J. Farrell, la Marcha de San Lorenzo pasó a nivel de Marcha Presidencial, notificándose a la familia por el Coronel Franklin Lucero.

En Gran Bretaña, se ejecutó en la ceremonia de Coronación de Jorge V, también en la de la Reina Isabel, y en los cambios de guardia en el Palacio de Buckinghan, modalidad que se suspendió en la guerra por las Malvinas. Otra curiosidada: en Alemania la tocó el ejército nazi cuando tomó París, al marchar por sus calles; años después la ordenó ejecutar el General Eisenhower, luego del desembarco en Normandía en 1944, para levantar el ánimo de sus tropas, que culminaron cuando el ejército aliado liberó a los franceses.

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